Damasco/Estambul. Los tanques del Gobierno sirio de Bashar al Assad continúan combatiendo en la pequeña ciudad de Yisr al Shogur, en la provincia de Idleb, en el noroeste del país, en lo que se ha convertido en la operación militar de mayor envergadura desde que comenzaran las protestas antigubernamentales el pasado marzo. En las primeras horas de incursión, las tropas mataron a dos "miembros de bandas armadas" y realizaron numerosas detenciones, según informó la televisión pública siria.
En el lado del régimen, murió al menos un soldado y otros cuatro resultaron heridos en los enfrentamientos entre el Ejército y los "grupos armados".
Asimismo, la agencia de noticias estatal Sana informó del hallazgo de una fosa común con un número indeterminado de cadáveres, presuntamente miembros de los servicios de seguridad de esa localidad, aunque no cuantificó su número.
Sana explicó que "la fosa fue descubierta ante la presencia de medios de comunicación árabes y extranjeros" y acusó a "grupos armados" de haber vejado los cadáveres.
Por su parte, la oposición hablaba de una acción a gran escala en la que participaban alrededor 200 tanques, además de helicópteros. Las fuerzas de seguridad, que avanzaron desde el sur y el este, atacaron la ciudad con artillería. "Las unidades del Ejército avanzan en Yisr al Shogur y limpian el hospital nacional de miembros de las bandas armadas", señaló un comunicado divulgado por Sana, que añadió que los soldados se habían incautado de gran cantidad de armas.
El asalto a esta localidad, cerca de la frontera con Turquía, comenzó el viernes pasado, coincidiendo con una nueva jornada de represión de las protestas contra Al Assad, y tras las acusaciones del régimen de que "bandas armadas" mataron a 120 policías y soldados el fin de semana pasado. Sin embargo, la oposición afirmó que éstos fueron abatidos por compañeros al negarse a acatar las órdenes de reprimir a los civiles. Ninguna de las versiones puede corroborarse, pues el Gobierno impide el trabajo independiente de los periodistas en el país.
Revuelta armada Los expertos no descartan que la revuelta en la provincia noroccidental de Idlib tome cada vez más un carácter armado. Los soldados desertores podrían haber buscado la protección de los ciudadanos y haberse unido a ellos. En este sentido, el general sirio Husein Harmush anunció el sábado, en declaraciones a Al Jazeera, que había decidido renunciar a su cargo en el Ejército en protesta por las prácticas de los militares y que pasaba a ser miembro de las llamadas Brigadas de Oficiales Libres (BOL), formadas por desertores de las Fuerzas Armadas.
Harmush explicó que esas brigadas, que, según él, han conseguido evacuar al 90% de los vecinos de Yisr al Shugur, se han creado para defender a los habitantes y asegurar el trasladado de refugiados. Asimismo, Harmush indicó que el Ejército utilizó "tanques y cohetes para disparar desde tres puntos contra casas en Yisr al Shugur" y que hubo resistencia por parte de las BOL.
La represión del Ejército en la provincia de Idleb obligó a más de 5.000 sirios a buscar refugio en Turquía, mientras que varios cientos más esperan cruzar la frontera.