BRASILIA. Pese a su abandono, Palocci se reivindica al recordar que el fiscal general de la República, Roberto Gurgel, ha archivado las causas abiertas en su contra por presunto tráfico de influencias. La decisión de Gurgel "confirma la legalidad y la rectitud de sus actividades profesionales en los últimos tiempos, así como la inexistencia de cualquier fundamento, aunque sea mínimo, de las alegaciones presentadas sobre su conducta", se lee en el comunicado de la Casa Civil.

No obstante Palocci cree que la polémica que este caso ha generado "podría perjudicar su trabajo en el Gobierno", informa la estatal Agencia Brasil.

Rousseff ha lamentado "la pérdida de tan importante colaborador" y ha destacado su "valiosa participación" en el Gobierno, por lo que agradece los servicios prestados a su equipo y a su país.

El escándalo salió a la luz el 15 de mayo, cuando el 'Folha de S.Paulo' reveló el importante incremento del patrimonio de Palocci entre 2006 y 2010, periodo en que sirvió como diputado durante el mandato de Luiz Inacio Lula da Silva. Poco después trabajó en la exitosa campaña electoral de Rousseff. En 2006, el ya ex jefe de Gabinete había tenido que renunciar a su cargo de ministro de Hacienda por su implicación en un caso similar.

Por otro lado, la presidenta ha designado a la senadora Gleisi Hoffmann para sustituir a Palocci, de acuerdo con lo confirmado por el departamento de prensa del Palacio de Planalto, sede de la Presidencia.

Hoffman formó parte del equipo de transición del Gobierno de Lula, y en 2008 asumió la presidencia del Partido de los Trabajadores en Paraná. Es la esposa del ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.