SIDNEY. Agentes del cuerpo también detuvieron a dos ciudadanos malasios acusados de haber intentado importar la droga oculta dentro de un contenedor de muebles.
Los presuntos narcotraficantes fueron arrestados el mes pasado en el puerto de Sídney, donde un funcionario de aduanas sospechó del contenido y alertó a las autoridades.
De ser hallados culpables, ambos se enfrentan a una pena máxima de cadena perpetua, según la legislación australiana.
El jefe de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, señaló en un comunicado que la redada envía un mensaje claro a las bandas de narcotráfico.
"El crimen organizado opera sin fronteras, pero nuestros hombres están comprometidos a mantener la ley y el orden en nuestras comunidades y así lo hemos demostrado con esta operación", aseguró Lanyon.