Estrasburgo. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, negó ayer que haya propuesto restringir la libertad de circulación de personas en la UE como pedían Francia e Italia a raíz de la ola de inmigración llegada a Europa tras las revueltas en el norte de África. En un debate en la Eurocámara, la mayoría de grupos políticos acusaron directamente a Barroso de dejarse presionar por Roma y París, que estarían intentando contentar al electorado de extrema derecha, según criticaron los grupos socialista, liberal y la Izquierda Unitaria.

La mayoría del Parlamento Europeo criticó la iniciativa presentada hace una semana por la CE para restaurar las fronteras interiores en "casos excepcionales", en contra de los principios básicos del Tratado de libre circulación de Schengen. La crítica más directa contra Barroso ha sido la del presidente del grupo liberal, el belga Guy Verhofstad, que denunció que la gestión de la inmigración en las revueltas del norte de África "se ha convertido en un partido de ping pong entre Francia e Italia, en el que el perdedor ha sido Schengen". "Lo que ha pasado aquí es que el ministro de la Liga Norte italiana ha decidido por los Veintisiete qué hacer con los inmigrantes que llegan a Lampedusa", lanzó a Barroso el presidente del grupo socialista, Martin Schultz.

Respuesta El presidente de la CE negó que Bruselas esté cediendo "a presiones populistas y xenófobas" y afirmó que "nuestra propuesta no pretende erosionar la libre circulación sino fortalecerla. Sé que está de moda ondear la bandera de los extremismos, pero no caeremos ante esas tentaciones".

A su juicio, con la reforma propuesta por la CE se garantizará mejor la libre circulación de personas, previa clarificación de las normas de la gestión de Schengen, de forma que no habrá dudas de cuando un país puede decidir unilateralmente el restablecimiento de los controles de fronteras. "Tenemos que dar confianza a los ciudadanos de que corregiremos los fallos del sistema actual", afirmó Barroso.

Los ministros del Interior de los Veintisiete discutirán por primera vez junto a la comisaria de Interior, Cecilia Malmstrom, la propuesta presentada hace una semana por la CE. "Entiendo que las personas que han huido de sus países hacia la UE tenían razones para lanzarse al mar, pero la UE no puede acogerlos a todos", señaló la comisaria en el debate.

Italia y Francia solicitaron hace diez días a Barroso que se autorizara la reintroducción de fronteras interiores en la UE para evitar los flujos masivos de inmigrantes.