islamabad. Pakistán advirtió ayer de que la operación de EEUU que acabó con la vida de Osama Bin Laden pudo desembocar en una "tragedia" si se hubiera percatado de la violación de su espacio aéreo, y advirtió de que no permitirá otro operativo de ese tipo. El aviso se lanzó tanto desde el seno del poder civil como del militar, en lo que supone un claro endurecimiento de la postura de Islamabad tras las críticas que ha recibido desde la muerte el lunes pasado del líder de Al Qaeda en las cercanías de su capital, Islamabad.
El primero en salir a la palestra fue el secretario de Exteriores, Salman Bashir, quien en rueda de prensa rechazó las insinuaciones de que los servicios secretos (ISI) hubieran dado refugio a quien era el hombre más buscado del mundo, y elogió a las Fuerzas Armadas de su país. Bashir aseguró que los helicópteros de EEUU que participaron en la operación tenían "la tecnología necesaria para evitar la detección por radar". Es la primera versión oficial que ofrece Pakistán de cómo se enteró de la operación letal: "La primera información que recibimos del operativo fue cuando se estrelló uno de esos aparatos norteamericanos en la finca de la ciudad de montaña de Abbottabad", explicaba el secretario de Exteriores. Según Bashir, el Ejército de Pakistán envió entonces dos aviones de combate F-16 -que tardaron en llegar unos quince minutos-, y ordenó un despliegue de sus fuerzas de seguridad y efectivos de inteligencia para que acudieran al lugar. El diplomático aseguró que la operación de EEUU fue ejecutada "muy rápidamente". "Fue una suerte que se evitara una gran tragedia", prosiguió el secretario de Exteriores, en alusión a que si las fuerzas de Pakistán hubieran llegado cuando las de EEUU aún se encontraban en la casa se habría podido producir un enfrentamiento. Fue sólo tras el ataque mortal cuando el jefe del Estado Mayor de EEUU, Mike Mullen, telefoneó al jefe del Ejército de Pakistán, Ashfaq Pervez Kiyani, y que algo más tarde el presidente norteamericano, Barack Obama, hizo lo propio con su colega paquistaní, Asif Alí Zardari.
ejército Horas después, el Ejército difundía su primer comunicado oficial desde la muerte de Bin Laden, en el que coincidió con el Gobierno en elogiar al ISI pero admitió fallos de inteligencia en el caso del líder de Al Qaeda. Según la nota, el jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani, advirtió de que si EEUU lanza otra operación en su suelo como la ocurrida el lunes, Pakistán revisará su "cooperación" militar y de inteligencia con Washington. Las Fuerzas Armadas dejaron claro, al igual que el Ejecutivo, que los servicios secretos norteamericanos (CIA) no compartieron información con los paquistaníes (ISI) para la operación. "Se ha ordenado una investigación sobre las circunstancias que llevaron a esta situación", reza la nota, emitida tras una reunión de los comandantes de los principales cuerpos del Ejército. Pervez fue claro: "Las Fuerzas Armadas reiteran su determinación a defender la soberanía y la integridad territorial de Pakistán ante cualquier amenaza".
Hasta ahora, las Fuerzas Armadas no habían ofrecido ninguna reacción a la muerte de Bin Laden pese al rumor creciente en la comunidad internacional sobre si Islamabad pudo haber encubierto en alguna medida al líder terrorista durante su estancia en Abbottabad.