MADRID. Para su consecución, el Ministerio de Emergencias ucraniano ha aprobado recientemente un conjunto de normas a seguir dirigidas a los turistas que visiten Chernóbil.

Así, las reglas incluyen rutas específicas para los visitantes que elijan la antigua central nuclear como destino turístico, además de el establecimiento de unas pautas que garanticen la seguridad de los visitantes y ofrezcan la oportunidad de que los turistas conozcan, en detalle, la historia de la tragedia.

Ciertamente, el turismo en el epicentro de la fuga radiactiva no es una idea totalmente nueva, puesto que ya existen touroperadores que ofrecen rutas por los alrededores pero, hasta ahora, contaban con la desaprobación gubernamental.

Sin embargo, el Gobierno ha visto en la próxima celebración de la Eurocopa, que tendrá lugar en 2012 y cuyos anfitriones serán Polonia y Ucrania, una posibilidad de atraer turistas internacionales si el destino ofertado es Chernóbil.

Esta posibilidad "ha atraído la atención del Gobierno", por lo que a partir de ahora podría ser el Ejecutivo ucraniano el encargado de gestionar las visitas a la ciudad que alberga la central nuclear, a la vez que facilitaría los permisos a las agencias de viajes ucranianas para incrementar el número de turistas hacia la región contaminada.

Gracias a ello, los operadores turísticos ucranianos están anticipando un "saludable flujo de turistas" en la ciudad donde se produjo el desastre nuclear hace 25 años, aunque se muestran escépticos sobre si el famoso lugar de la catástrofe tiene los suficientes ingredientes para convertir a la urbe en destino turístico.

Así, las agencias temen que los turistas no tengan la certeza de que la seguridad está garantizada y se plantean si el gobierno efecturará las "enormes" inversiones en infraestructura necesarias para acoger al posible flujo de visitantes.

LA ONU APOYA LA IDEA.

En diciembre del año pasado, el ministro de Emergencias de Ucrania, Viktor Baloga, acompañó a Helen Clark, jefe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en su visita a Chernóbil, donde el responsable ministerial propuso que los viajes regulares a la ciudad podrían iniciarse en enero del presente ejercicio.

Por su parte, Clark apoyó la idea, considerándola como una "excelente oportunidad" para "aumentar la conciencia de la tragedia y la importancia de la seguridad nuclear", apostilló.

Con ello, la funcionaria de la ONU podría haber visto un "potencial económico" en Chernóbil, idea que se sustenta en los datos aportados por la revista Forbes en 2009, medio que posicionó a la ciudad como uno de los destinos turísticos "más exóticos" al recibir la visita de 7.000 personas durante ese año.

NO EXISTE CONSENSO ENTRE LOS EXPERTOS

No hay consenso entre los expertos sobre la conveniencia de promover el turismo en una zona contaminada con radiación por el peligro que puede suponer para los visitantes, por lo que "aún está por ver" si el Gobierno podrá organizar viajes al epicentro del desastre nuclear.

Por su parte, los responsables gubernamentales intentan convencer del "atractivo turístico" que puede representar Chernóbil para los turistas internacionales, a pesar de que los efectos de la radiación aún siguen vigentes.

En ese sentido, el portavoz de Estado del Servicio de Turismo y 'Resorts' de Ucrania, Ludwig Medyany, considera que visitar la urbe es un atractivo turístico "que vale la pena" porque "la gente necesita entender qué es un desastre nuclear y cómo podría afectar al Planeta".

Lo cierto es que los expertos temen que la seguridad en la zona no esté garantizada y la contaminación afecte a los turistas, debido a que los efectos radiactivos se "propagan de forma desigual en toda la zona", y el nivel de contaminación varía de un lugar a otro.

Por ello, la radiación "es muy inestable" y se "desplaza alrededor por el viento y la lluvia", por lo que existe un "alto riesgo" de que los turistas que se acerquen a Chernóbil se encuentren en una zona de "alta actividad" radiactiva.