París/ROMA. Francia, Gran Bretaña e Italia dieron ayer un paso más en su apoyo a los rebeldes libios que luchan contra el coronel Gadafi. Los tres países anunciaron que enviarán oficiales al país norteafricano para asesorar a las tropas insurgentes, cuya ofensiva no logra avanzar desde hace semanas. El mismo día que el presidente del Consejo Nacional de Transición libio (CNT), Mustafa Abdelyalil, visitaba París, el Gobierno galo anunció el envío de "un pequeño número de oficiales de enlace", al tiempo que reiteró su postura contraria al despliegue de fuerzas terrestres. Desde Roma, el ministro de Defensa italiano, Ignazio La Russa, señaló que Italia y Gran Bretaña pondrán a disposición del CNT diez instructores militares cada uno. Tras una reunión con su homólogo británico, Liam Fox, el ministro italiano señaló que "esta decisión se ha tomado tras un coloquio entre Berlusconi y David Cameron".
"Es una decisión tomada hace una hora, es pronto para los detalles. Lo importante es que nuestros dos países compartan la necesidad de adiestrar a los insurgentes, jóvenes deseosos de batirse por una causa que consideran imprescindible, pero que no tienen la necesaria preparación militar", apuntó La Russa. "Iremos allí donde haya condiciones de seguridad para facilitar nuestro saber hacer y permitir que puedan oponerse a un ejército que, por el contrario, es profesional", agregó el político, en referencia a las tropas de Gadafi. El ministro de Defensa italiano indicó que, por el momento, la hipótesis de una intervención por tierra de tropas internacionales "no es posible", entre otros motivos porque los insurgentes "no desean una intervención de este tipo".
Sarkozy y Abdelyalil Por su parte, el portavoz del Ejecutivo francés, François Baroin, explicó que "habrá un pequeño número de oficiales de enlace, unas unidades, en el Consejo Nacional de Transición para efectuar un misión de enlace para organizar la protección de la población civil". El Ministerio de Exteriores precisó que el objetivo es ofrecer a los opositores al régimen de Gadafi "consejos de orden esencialmente técnico, logístico y organizativo para ayudar a reforzar la protección de la población civil y mejorar la distribución de ayuda humanitaria y médica".
Esas declaraciones precedieron al encuentro mantenido en el Palacio del Elíseo entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el líder del CNT, Mustafa Abdelyalil, en la que ambos dirigentes hablaron sobre la manera de intensificar el apoyo acordado a la revolución libia. Durante la reunión, Sarkozy aseguró a los rebeldes que se les va a ayudar, e insistió en que el anunciado envío de un pequeño número de "oficiales de enlace no tiene absolutamente nada que ver con el envío de tropas" sobre el terreno, reivindicación que, por otra parte, el Elíseo recalcó que no ha recibido por parte de los rebeldes.
El responsable de Relaciones Internacionales del CNT, que acompañaba a Abdelyalil, aseguró que los rebeldes necesitan armas para defenderse, porque "los bombardeos no bastarán". Ali al-Issaui señaló que "todas las posibilidades están abiertas" para proteger a la población civil, aunque por el momento consideró que no es necesaria la llegada de tropas internacionales al país, aunque no cerró esa puerta e, incluso, habló de la posibilidad de que lleguen tropas de "países árabes amigos". Entre tanto, aseguró que prosiguen los bombardeos contra civiles por parte de las tropas de Gadafi y consideró una "tragedia humana" la situación en Misrata.