islamabad. Al menos 50 personas murieron y otras 110 resultaron heridas ayer en un atentado suicida múltiple perpetrado por los talibanes paquistaníes, que reivindicaron su autoría, contra un templo sufí de la provincia de Punjab, según el último balance policial.

Dos suicidas penetraron en el templo de Sakhi Sarwar, cerca de la localidad de Multán, e hicieron estallar el chaleco explosivo que portaban. Miles de devotos habían acudido al recinto para honrar al santo, en el seno de un tradicional festival anual de tres días de duración.

Una fuente policial explicó que uno de los terroristas irrumpió en el santuario por una puerta trasera. De acuerdo con la televisión Geo, la Policía detuvo a un tercer supuesto terrorista que pretendía hacerse estallar y, tras desactivar los explosivos que portaba, fue trasladado a un lugar no especificado para ser interrogado.

El atentado fue condenado por el primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, quien en un comunicado lo calificó de "cobarde", ordenó la apertura de una investigación y prometió eliminar la "amenaza" del terrorismo "inmediatamente".

Los talibanes paquistaníes reivindicaron el ataque: "Nuestros hombres han realizado estos ataques y realizarán más en venganza por las operaciones del Gobierno contra nuestro pueblo en el noroeste", dijo el portavoz talibán, Ehsanulá Ehsan, en declaraciones telefónicas desde una ubicación no concretada.