Pese a la catástrofe de Japón insiste en que este tipo de energía es segura, aunque advierte de que la industria está dispuesta a reanalizar la seguridad junto con los reguladores de los estados miembros.
De la cautela inicial hemos pasado a la alarma total y al miedo a una amenaza radiactiva. Se habla de radiación a la atmósfera y de que se ha podido dañar el núcleo de algunos de los reactores de Fukushima. ¿Cree que la situación podría evolucionar hacia un segundo caso Chernobil?
No creo que pueda llegar a ser parecido a Chernóbil (Ucrania, 1986) sino más bien algo parecido a Three Mile Island (Estados Unidos, 1979), donde todo quedó encerrado gracias a la contención. Sin embargo, la situación cambia cada hora y es muy difícil decir cómo va a evolucionar. Confío en que los técnicos japoneses y las autoridades japonesas lo mantengan bajo control. Son un país altamente cualificado y han solicitado el apoyo del organismo de la energía atómica y de la industria de Estados Unidos. Desde luego no creo que se repita algo como lo de Chernobil porque es un tipo de central completamente distinta y viene de una situación distinta. Lo que se han dado son unas circunstancias muy complejas. Diría que el peor escenario que se podría dar es un terremoto de grado nueve y que a continuación haya un tsunami de esas dimensiones.
Francia, uno de los países que más confían en la energía nuclear, advirtió de que no se cree las informaciones de Tokio y que la situación es peor de la que apuntan. ¿Qué opina el Foro?
Tengo que confiar en la información que viene de Tokio. No tengo dudas de que estén informando adecuadamente. Otra cosa son las traducciones del japonés al inglés o al castellano. Eso algunas veces está llevando a confusión incluso a los técnicos. La comunicación con los japoneses no es fácil por el idioma. Creo que es más bien por un problema de traducción, de interpretación que porque estén ocultando información. No creo que estén ocultando ningún tipo de información.
¿Cual es el peor escenario posible que se puede dar en Fukushima?
Ya se ha dado y ahora lo que están intentando por todos los medios es controlar la temperatura de los núcleos de esas centrales. Están refrigerando los reactores con agua del mar. Gran parte del material que hay es un acero que se corroe con el agua del mar lo que significa que esas centrales nunca podrán volver a funcionar. Así que ya han renunciado a poder utilizarlas en aras de la seguridad. Ha primado la seguridad.
¿Cuáles son las recomendaciones a seguir en caso de escape radiactivo?
Está regulado por los planes de emergencia y eso lo organizan los reguladores con las autoridades civiles. No se cuál es el caso de Japón pero puede ser, para la población civil, o bien la evacuación o concentración en refugios. Hay planes para que eso se realice de la forma más ordenada posible.
¿Qué lecciones saca la industria nuclear europea de esta nueva catástrofe?
Es un poco pronto porque hay que esperar a que se sepan todas las causas y cómo ha sido la evolución del accidente pero hay una acción inmediata que es volver a revisar una vez más la seguridad de nuestras centrales lo cual se hace ya de forma periódica.
En la Unión Europea tenemos 143 reactores nucleares. ¿Son cien por cien seguros?
Sí, son cien por cien seguros y si no lo fueran los reguladores correspondientes los habrían parado, que son los responsables de garantizar la seguridad.
Alemania, Suiza, Finlandia... Son muchos los países que han anunciado una revisión de su política nuclear. ¿Temen que las consecuencias de la presión popular?
Si al final este accidente termina bien, es decir, que no se vea afectada la población ni el medio ambiente, veremos lo que hay que hacer. Lo que entiendo es que se dan un periodo de reflexión hasta ver cómo evoluciona la situación de esta central. Después volverán a reanalizar la seguridad.
Bajo la situación actual, ¿cree que los gobiernos europeos deben seguir apostando por prolongar la vida de sus centrales más allá de los 30 o 40 años que tienen?
Se quieren prolongar hasta los 60 años. Dependerá de las garantías europeas en cuanto a las garantías de suministro, la competitividad de la industria y la reducción de emisiones. Desde luego sin las centrales nucleares será muy difícil cumplir con los objetivos que la Unión tiene planteados.
¿Qué opina de la posibilidad de realizar pruebas de estrés para conocer el grado de seguridad que ofrecen las plantas?
Suena muy bien, es un término que se ha utilizado para los bancos pero las pruebas de estrés para una central lo más que puedo entender es que se revise otra vez la seguridad de las centrales. Si ese es el caso es lo que están haciendo todos los días los organismos reguladores.
¿Sería posible un incidente como el de Japón en alguna de las centrales europeas?
No se puede descartar una hipótesis. Nada es imposible pero la probabilidad de que se den esa serie de circunstancias simultáneamente es muy baja. Se han dado en Japón. Esa zona reúne unas características sísmicas muy especiales y se ha complicado todo. ¿Qué puedan repetirse en Europa? Parece difícil pero nadie es capaz de decir que sea imposible.
¿Qué coste tendría eliminar la energía nuclear en un continente como Europa?
No lo hemos calculado pero sería una barbaridad. Eliminar de un plumazo la energía nuclear en Europa donde un tercio de la electricidad se produce con centrales nucleares sería muy complicado, sin hablar de las emisiones de CO2, y muy complicado para la economía porque los costes de generación subirían. Las centrales nucleares funcionan 24 horas al día, 365 días al año produciendo de forma continua. Para reemplazarlas con otras centrales si queremos hacerlo con energías renovables tenemos que tener algún tipo de energía de apoyo que normalmente son combustibles fósiles. Aumentaríamos las emisiones a la atmósfera con lo cual más impacto para el medio ambiente y más coste.
El riesgo se justifica por el coste.
No diría eso. Las centrales nucleares mientras sean seguras deben seguir funcionando. No es que estemos corriendo riesgos. Nada es seguro al cien por cien pero todo se debe de controlar de una forma adecuada. La energía nuclear junto con la aeronáutica son las dos materias más reguladas del mundo. Y seguimos volando en avión y seguimos utilizando las centrales nucleares.