MANAMA. Al menos dos personas murieron ayer y más de 200 resultaron heridas de diversa consideración en enfrentamientos entre manifestantes de la oposición y las fuerzas de seguridad bahreiníes apoyadas por el nuevo contingente de tropas árabes mandado por los aliados del sultanato en el golfo pérsico.
Una fuente del Hospital de Salmaniya citada por las agencias de prensa, aseguró que el centro sanitario ha recibido a la mayoría de los heridos procedentes de áreas chiíes del país. En cuanto a los fallecidos, al parecer uno de ellos es un agente de las fuerzas de seguridad en la localidad de Maameer mientras el otro es un ciudadano bangladeshí que cayó por un disparo en la cabeza durante los enfrentamientos en la ciudad de Sitra, mayoritariamente chií.
El rey de Bahrein impuso ayer la ley marcial por un periodo de tres meses después de varias semanas de movilizaciones de la oposición. El decreto real, de efecto inmediato y cuya aplicación es en el conjunto del territorio nacional, autoriza a las fuerzas armadas de Bahréin y a sus aliados del golfo a adoptar "todas las medidas necesarias para proteger la seguridad del país y de los ciudadanos". "Estas medidas serán aplicadas por las Fuerzas Armadas, las fuerzas de seguridad generales, la Guardia Nacional y cualquier otra fuerza en caso de que sea necesario", precisa la orden del rey.
Ante la imposición de la ley marcial, el principal grupo opositor chií de Bahrein, Wefaq, condenó la decisión y reclamó a la comunidad internacional que intervenga. "No se puede hacer nada. Ahora el Ejército controla a la sociedad", declaró un miembro de Wefaq, Jasim Husein. "Lo condenamos y pedimos a la comunidad internacional que cumpla con sus responsabilidades", añadía.
A la hora de cerrar esta información ninguno de los países occidentales que apoyan por ejemplo a los rebeldes en Libia había respondido al llamamiento de la oposición de Bahrein.