PARÍS. El Ejecutivo galo ha pedido a la compañía estatal Air France que aumente la capacidad de sus vuelos entre Tokio y París para responder a un posible incremento del número de ciudadanos franceses que quieren salir de la capital japonesa.

El ministro de Industria, Eric Besson, ha advertido de que la situación en Fukushima-1, que se encuentra a unos 240 kilómetros al norte de Tokio, parece estar casi fuera de control.

"No nos andemos con rodeos. Está claro que han perdido el control básico (de la situación). En cualquier caso, éste es nuestro análisis, y no es lo que están diciendo ellos", ha declarado Besson a la cadena de televisión BFM.

NO HAY OPTIMISMO Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Nathalie Kosciusko-Morizet, ha calificado de "desastre" la situación de Japón y ha dicho que los últimos datos conocidos este miércoles "no generan optimismo".

"Recomendamos a todos los ciudadanos franceses que no tengan una buena razón para quedarse en Tokio que tomen un avión o que, si insisten en quedarse, se dirijan al sur" del país, ha manifestado la ministra, que ha añadido que de momento no hay una orden de evacuación oficial.

Está previsto que este miércoles aterrice en París un avión del Gobierno en el que viajaron a Japón equipos de rescate franceses y que ahora lleva de vuelta a casa a unos 300 franceses, la mayoría personas que se consideran casos prioritarios, como niños y mujeres embarazadas.

El primer ministro, François Fillon, ha indicado que en la zona de Tokio solo quedan unos 2.000 franceses. Se cree que en la región de Sendai, la más afectada por el terremoto y el tsunami, hay otros 600.

AYUDA DE FRANCIA

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha emitido un comunicado este miércoles a través del Elíseo en el que repite las recomendaciones de los ministros y expresa la "total solidaridad" de Francia y los franceses con el pueblo y el Gobierno japoneses, que "están afrontando con valentía, sangre fría y determinación está situación".

"Nuestro primer deber es ayudar a los japoneses", afirma el presidente, para detallar luego que hay 114 trabajadores de la Seguridad Civil francesa en Japón para socorrer a las víctimas de la catástrofe y que Francia enviará en las próximas horas medios para asistir a las personas que se han quedado sin casa.

Además, el Gobierno galo "se pone a disposición" de las autoridades niponas para aportar "toda la ayuda técnica y humana que sea necesaria". "Hemos propuesto en particular proporcionar medios para radioprotección y seguridad nuclear", añade.

APUESTA POR LA ENERGIA NUCLEAR Por otra parte, Sarkozy señala que Francia ha apostado por la energía nuclear, "que constituye un elemento esencial de su independencia energética y de la lucha contra los gases de efecto invernadero".

Sin embargo, subraya que "esta elección ha sido indisociable de un compromiso firme para garantizar un nivel se seguridad muy alto en las instalaciones nucleares". "Hoy día sigo convencido de la pertinencia de esta elección", agrega.

El presidente destaca en la nota que se aprenderán "lecciones" gracias a la experiencia vivida con el accidente en Fukushima-1 y adelanta que en Francia se va a realizar "una revisión completa de los sistemas de seguridad de las centrales nucleares".

Como "la mejora de la seguridad no se limita al ámbito nacional", Sarkozy propone "intensificar el esfuerzo de armonización y mejora de las normas de seguridad a nivel europeo e internacional".

En este contexto, dice que, "en el marco del G-20, Francia tomará la iniciativa de reunir en las próximas semanas a los ministros de Energía y Economía a fin de discutir sobre las grandes opciones energéticas para el mundo de mañana".