rita álvarez tudela
Hace ahora casi 25 años de un accidente en una central nuclear de Ucrania que marcó un antes y un después. En él murieron 31 personas y más de 135.000 tuvieron que ser evacuadas. Ahora se da una situación muy parecida en la planta de Fukushima, de cuyos alrededores han tenido que ser evacuadas 50.000 personas en un perímetro de 20 kilómetros a la redonda. En esta central nuclear a unos 250 kilómetros al noreste de Tokio hubo ayer una fuerte explosión -tras el aumento del nivel de radioactividad producido por el terremoto de 8,9 grados en la escala Richter sucedido el viernes-, que dejó un saldo de cuatro trabajadores heridos.
El edificio de contención que albergaba un depósito de acero con el reactor se vino abajo a causa de la explosión, que dejó una enorme columna de humo visible a decenas de kilómetros durante varias horas. En los primeros momentos cundió la alarma, entre la incertidumbre y el temor a que hubiera estallado el propio reactor nuclear, pero tras las primeras inspecciones el Gobierno aseguró que la explosión se había producido fuera.
La Agencia Nuclear y de Seguridad Industrial de Japón se apresuró a evaluar el accidente en el nivel 4, en una escala que llega hasta el 7, por lo que se convierte en el tercer peor accidente de esta escala, sólo tras la explosión de categoría 7 en Chernobil y el de categoría 5 por la fusión de un reactor en Three Mile Island en Estados Unidos. Ahora, la solución que plantea el Gobierno nipón para enfriar el núcleo es rellenar su estructura con agua del mar, un método que no ha sido utilizado en ninguna otra ocasión y que no ofrece todas las garantías. El portavoz gubernamental, Yukio Edano, llegó incluso a explicar que disponen de dosis de yodo para repartir entre los japoneses, un elemento para prevenir el cáncer de tiroides, uno de los más desarrollados por las víctimas de radiaciones en Chernobil. Más de 50.000 militares han sido movilizados para tratar de controlar la situación, además del primer ministro, Naoto Kan, que reconoció que se habían liberado "mínimas cantidades de radiación".
balance Más al norte, a pocos kilómetros de la costa donde se produjo el epicentro del seísmo, trabajan los equipos de rescate, en concreto en la ciudad de Sendai, que quedó devastada tras ser arrasada por las grandes olas del tsunami. El Gobierno parte oficialmente de unas 1.800 víctimas mortales. La OMS habla de 621 cadáveres y de 645 personas desaparecidas. Además, sólo en la provincia de Miyagi sigue sin haber rastro de unas 9.500 personas. En todo el país los servicios de gas, luz y teléfono todavía no funcionan al cien por cien, en parte porque desde el viernes se han registrado 240 réplicas del terremoto, 27 de las cuales superaron los 6 grados de magnitud.
Tal y como establece el protocolo de seguridad nipón, las once plantas de energía atómica de las zonas azotadas por el seísmo paralizaron de forma automática su actividad, por lo que el Gobierno instó ayer a los ciudadanos a ahorrar energía. Japón sufrió el peor accidente nuclear de su historia en 1999, cuando una explosión seguida de una fuga en un planta de procesamiento de uranio en Tokaimura acabó con la vida de dos operarios y expuso a más de un centenar de habitantes a altos niveles de radiación.
l Antes del accidente. La planta nuclear 1 de Fukushima se encuentra a unos 270 kilómetros al noreste de Tokio.
l La explosión. El accidente se produjo cuando varios empleados trataban de enfriar uno de los seis reactores,.
l La explicación. El origen fue una reacción química de oxígeno e hidrógeno. Cuatro trabajadores resultaron heridos.
l La consecuencia. El edificio de contención que albergaba un depósito de acero con el reactor se vino abajo, lo que dejó una gran columna de humo visible a decenas de kilómetros.