WASHINGTON. La agencia espacial estadounidense indicó que el cohete Taurus XL despegó, como estaba previsto, a las 10.09 GMT desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California (EEUU).
Unos seis minutos después el director de lanzamiento, Omar Baez, indicó que había un problema en la operación y que los primeros datos señalaban un fallo en la separación del satélite y la estructura que lo contiene desde el lanzamiento.
La misión del satélite Glory era proporcionar datos de alta precisión sobre las partículas atmosféricas conocidas como aerosoles y la radiación solar para la elaboración de modelos y el pronóstico de cambios en el clima de la Tierra.
El Glory debía incorporarse al programa "A-Train", compuesto por el conjunto de satélites de observación de la Tierra que ya están en órbita y que investigan las variables que afectan al clima.
El artefacto espacial, del tamaño de un refrigerador, está equipado con un instrumento capaz de medir las sutiles fluctuaciones de la energía emitida por el Sol.
Los aerosoles y la energía solar afectan al balance energético del planeta, ya que influyen tanto la cantidad de energía que entra como la que sale de la atmósfera terrestre.
La medición precisa de estos impactos es importante para anticipar los cambios en el clima de la Tierra y cómo pueden afectar a la vida humana.
Los aerosoles son lo suficientemente pequeños como para flotar en la atmósfera de la Tierra y afectan a las condiciones meteorológicas ya sea por la luz solar que absorben o porque la reflejan.
El objetivo del Glory era averiguar los efectos de estos aerosoles, por ejemplo, si podrían cambiar los patrones de la lluvia al introducirse en las nubes o si se acumularan en la atmósfera, y si estos efectos serían de larga duración.
Los efectos de algunos aerosoles se limitan a las partes del mundo que los generan. Por ejemplo, las ciudades de países en desarrollo a menudo producen la mayor parte del hollín y es en esas áreas donde se ven los efectos de manera más clara, a veces, incluso, en forma de problemas de salud.
Sin embargo, otros aerosoles como el polvo del desierto del Sahara llegan lo suficientemente alto en el aire como para ser transportados a través de los océanos. En el caso del Sahara, el polvo se ha visto en el Caribe.
El satélite se separó del proyectil propulsor 13 minutos después del lanzamiento y debía ubicarse en una órbita sincronizada con el Sol que le permitiera escanear casi toda la superficie de la Tierra.
Los científicos esperaban que el Glory, junto con el resto de satélites y una futura misión llamada Carbon Observatory-2 (OCO-2), prevista para febrero de 2013, ofrecieran la visión más completa hasta ahora del clima de la Tierra y de lo que lo hace cambiar.