túnez. La tan necesaria ayuda de la comunidad internacional para solventar la crisis de los refugiados que cruzan a Túnez huyendo de Libia comienza a materializarse con las llegadas de ayuda humanitaria y la presencia en la zona de la eurocomisaria de Cooperación, Kristalina Georgieva. Desde que el pasado 20 de febrero comenzó el masivo flujo de refugiados que huyen a Túnez de la sangrienta rebelión contra el régimen de Gadafi, las autoridades tunecinas han venido solicitando que se agilizara cuanto antes el aporte de ayuda, dado que la situación podría haberse desbordado, pese al enorme esfuerzo que lleva a cabo el país norteafricano.
Por ello, las organizaciones humanitarias advirtieron ayer de la necesidad de agilizar las repatriaciones de los miles de refugiados que han huido de Libia por Túnez para evitar que la situación se haga incontrolable, ya que la cifra se calcula en unos 150.000, según datos de la Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Una idea de que las repatriaciones podrían haberse agilizado la da el hecho de que ayer salieron 5.000 refugiados egipcios del campamento para ser trasladados a la ciudad tunecina de Zarzis, de donde viajarán a su país en barco.
Un avión español aterrizó ayer en el aeropuerto de la isla tunecina de Djerba, el más próximo a la frontera, con un cargamento de cinco toneladas de ayuda humanitaria, informó el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Francisco Mota. El aparato es un MD82 y va a estar relevándose toda la semana con otros aviones, ya que el objetivo es repatriar a 4.000 refugiados egipcios a su país. Hoy llega a Djerba, otro avión fletado por la AECID y la Cruz Roja con 20 toneladas de material médico, indicó Mota.
decisión Por otra parte y en cuanto al frente judicial, el fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, confirmó ayer actuará contra el líder libio Muamar el Gadafi, algunos de sus hijos y cuatro altos cargos de su régimen por presuntos crímenes de guerra en la represión de las protestas. El fiscal argentino identificó ayer como presuntos sospechosos de esos crímenes a "alguno de los hijos de Gadafi", así como al ministro de Asuntos Exteriores, Musa Kusa; al jefe de la Inteligencia Militar, al jefe de la seguridad personal del dictador y al jefe de la Seguridad Externa.
Gadafi, al estar a la cabeza del régimen, tiene una "autoridad de hecho" sobre los crímenes, que hasta ahora se centran en los actos de represión contra manifestantes "pacíficos" desde el pasado 15 de febrero en las ciudades de Bengasi, Misrata y Trípoli, dijo Moreno Ocampo.