Redacción internacional, 21 feb (EFE).- La confusión y el caos se han apoderado de Libia, donde la radicalización de las protestas contra el régimen del presidente, Muamar al Gadafi, ha derivado hoy en enfrentamintos, incendios y saqueos en Trípoli, e incidentes en otras ciudades como Bengasi y Jalu.

La situación es caótica en la capital, donde según testigos han sido incendiadas las sedes del Gobierno y del Ministerio de Justicia sólo horas después de que el hijo de Gadafi advirtiese del peligro de una "guerra civil" en el país, donde hasta hoy habían muerto al menos 233 personas, según la ONG Human Rights Watch.

A esa cifra habría que añadir los 61 muertos, según fuentes médicas citadas por la televisión Al Yazira, ocurridos entre fuerzas del orden y manifestantes en Trípoli, donde cientos de personas salieron a la calle tras el discurso del hijo de Gadafi, Seif El Islam, y quemaron fotos del líder libio, en el poder desde 1969.

El periodista libio Nezar Ahmed aseguró a Al Yazira que los manifestantes han incendiado o saqueado sedes gubernamentales y comisarías en Trípoli y que las fuerzas del orden se han retirado prácticamente de la ciudad.

"Esta situación favorece que haya rumores alarmantes por parte de unos y otros", explicó el periodista, quien mencionó entre ellos la posible huida del país de Gadafi y disensiones entre altos dirigentes del Ejército y de otros cuerpos de seguridad.

Ahmed también señaló que los habitantes de la capital han comenzado a formar comités en cada barrio para proteger bienes públicos y privados y que gracias a ellos se ha logrado salvar el principal museo de la ciudad de un intento de incendio.

En Bengasi, la oposición parece haberse hecho con el control del aeropuerto, según han relatado trabajadores turcos en la zona, que también afirman que grupos opositores controlan la ciudad de Jalu.

"A medianoche de ayer la gente tomó el control del aeropuerto de Bengasi. Los soldados dejaron las armas y abandonaron el aeropuerto al escuchar que Gadafi había huido del país. La gente tomó las armas (de los soldados)", relató Servet Zengin, un trabajador turco atrapado en Bengasi, en declaraciones al canal NTV.

Los acontecimientos de las últimas horas han desatado las alarmas en la Unión Europea (UE), que estudia la "posible evacuación" de los ciudadanos comunitarios de Libia.

"Estamos extremadamente preocupados por la violencia, estamos coordinando la posible evacuación de ciudadanos de la Unión Europea de Libia, en particular de Bengasi", dijo la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, a su llegada a una reunión con sus homólogos de los Veintisiete en Bruselas.

De momento, Francia ya ha comenzado las evacuaciones, según reveló hoy el ministro de Asuntos Europeos, Laurent Wauquiez, quien dijo que se había repatriado, en un avión fletado especialmente, a una treintena de franceses que trabajaban en el hospital de Bengasi, "principal foco de tensiones" en Libia.

Mientras, el Gobierno surcoreano tiene previsto analizar hoy la situación de sus empresas en Libia, donde residen cerca de 1.400 ciudadanos surcoreanos, después de que cientos de personas asaltaran anoche las instalaciones de una de sus constructoras en Trípoli.

Los atacantes hirieron a tres trabajadores surcoreanos y una quincena de bangladeshíes, dos de ellos de gravedad, según fuentes oficiales en Seúl. EFE