madrid. Muamar el Gadafi no tiene intención de abrir la mano de hierro con la que gobierna Libia. Así se desprende del discurso que pronunció el miércoles a la noche y en el que, sin mencionar expresamente las protestas de los ciudadanos contra su régimen, aseguró que los "revolucionarios" (denomina así a quienes le apoyan) se impondrán y que "los títeres están cayendo". "¡Abajo los enemigos, abajo los enemigos en todo el mundo!, ¡abajo los títeres en todo el mundo, los títeres están cayendo, las hojas del otoño están cayendo!", dijo Gadafi en su discurso, reproducido ayer por la cadena británica BBC. "Los títeres de Estados Unidos, los títeres del sionismo están cayendo", añadió.

Gadafi, el jefe de Estado más longevo de África con sus más de 41 años en el poder, se enfrentaba así a su particular Jueves de la Ira, una jornada de movilizaciones que se habría saldado con hasta 14 muertos en diferentes enfrentamientos entre manifestantes y policías.

órdenes La orden del régimen parece ser disparar. En un comunicado emitido después de los incidentes de ayer, un alto cargo de las autoridades advirtió de que "no se permitirá que un grupo de personas ande por ahí de noche y juegue con la seguridad de Libia". Según esta fuente anónima, "los enfrentamientos de anoche se produjeron entre grupos pequeños, de hasta 150 personas. Algunos intrusos se infiltraron. Intentaban corromper el proceso legal local que existe desde hace tiempo". "No lo permitiremos de ninguna manera, e instamos a los libios a que comuniquen sus problemas a través de los canales existentes, incluso si lo que quieren es pedir la caída del Gobierno", subrayó.

Gadafi siempre ha insistido en que el país está gobernado por una serie de comités populares, pero la mayoría de los observadores externos coinciden en que en realidad es un Estado policial.