el cairo. Los militares pidieron ayer a los egipcios que regresaran a sus casas y que retomaran su rutina mientras se afanaban en desalojar a los últimos ocupantes de la plaza Tahrir. Pero una vez lograda la normalidad en el centro de El Cairo, lo que fueron las multitudinarias manifestaciones se transformaban en protestas y huelgas por la penuria económica en la que ha sumido el corrupto régimen de Mubarak a la inmensa mayoría de los egipcios. Numerosos policías y funcionarios se manifestaron ayer para reclamar mejores condiciones laborales, tres días después de la dimisión del presidente Hosni Mubarak en medio de protestas inéditas en el país norteafricano. Decenas de suboficiales de policía se manifestaron en el barrio Giseh de la capital para reclamar mejores condiciones laborales y mayores salarios. Trabajadores del departamento de Obras Públicas de El Cairo bloquearon un tunel de tránsito para llamar la atención sobre sus condiciones de trabajo. También las fuerzas de seguridad del aeropuerto de Luxor se manifestaron por los mismos motivos. Además, funcionarios de los bancos estatales y de las administraciones de la telecomunicación y los medios de comunicación públicos protestaron, reclamando también medidas contra la corrupción.
La Bolsa de El Cairo, por otro lado, anunció que no volverá a abrir sus puertas hasta el próximo domingo. El presidente de la entidad, Jaled Serry Seyam, señaló que el nuevo retraso se debe a problemas en el funcionamiento de los bancos. Las protestas que afectan a numerosos bancos provocaron el temor de que la Bolsa se vea afectada, indicó el funcionario. El banco central egipcio ordenó a los bancos permanecer cerrados durante el día de ayer después de una serie de huelgas de las entidades en poder del Estado. Las filiales estarán cerradas también el martes a causa del festivo por el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
la riqueza de mubarak Miembros del sindicato de abogados egipcio presentaron ayer asimismo una demanda a la Fiscalía general en El Cairo para que se empiecen a investigar los activos de Mubarak. El grupo espera conseguir que se congele el patrimonio del expresidente, estimado en 40.000 millones de dólares. El vicefiscal general, Adel el Said, aseguró por otro lado que los hombres de negocio, antiguos funcionarios del gobierno y exmiembros del partido gobernante afectados por la congelación de activos ya aplicada son menos de 43, como se aseguraba en informaciones difundidas por medios locales. "La cifra de 43 es mentira. Es mucho menor", dijo sin revelar más detalles El Said, uno de los alrededor de 12 fiscales públicos que estudian casos de corrupción tras el derrocamiento de Mubarak. En tanto, el exviceministro de Exteriores egipcio Abdullah Al Ashal aseguró ayer al diario Al Sharq Al Awsat que se ve como candidato de cara a las próximas elecciones presidenciales. Al Ashal dimitió de su cargo en 2003. Pretendía protestar así contra la tibieza con la que, según él, se posicionó el Gobierno de Mubarak contra la invasión de Irak. Ya antes el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, había manifestado sus intenciones de postular para el puesto. El exprimer ministro Kamal al Ganzuri es otro de los posibles candidatos. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcias disolvió el domingo las dos cámaras del Parlamento, derogó la Constitución y anunció elecciones para dentro de seis meses.
Mientras la oposición egipcia celebrará el próximo viernes lo que llama "la victoria de la revolución" a través de marchas masivas en la plaza Tahrir, que también tienen el fin de seguir la aplicación de los objetivos de esta revuelta popular. "Por supuesto, vamos a participar y seguir sus objetivos", dijeron desde el partido opositor Al Gad.