GINEBRA. Los suizos rechazaron hoy en referéndum -con un 56,31 por ciento de los votos- la iniciativa que proponía que las armas reglamentarias que los varones deben guardar en su casa durante las décadas que forman parte de la milicia fueran a depósitos estatales.

Según los organismos electorales cantonales, la participación fue del 48,54 por ciento, la gran mayoría de los cantones (provincias) apostó por mantener las armas guardadas en casa, y hubo una clara división entre los de habla francesa y los de habla alemana.

A excepción de Friburgo y Valais, los cantones de lengua franca aprobaron la iniciativa, en algunos casos, como en Ginebra, de forma bastante clara, con el 61,1 por ciento de los votos.

En la región de lengua germana, sólo la ciudad de Basilea, con el 58,9 por ciento, apoyó la iniciativa, mientras fue unánime el rechazo en el resto de cantones.

La iniciativa "Por la protección frente a la violencia de las armas" instaba a prohibir que las armas reglamentarias se guarden en casa y obligaba a que éstas permanecieran en unos depósitos de donde sólo pudieran salir cuando su propietario tuviera que asistir a sus tres semanas de servicio militar anual.

En la Confederación Helvética, todo hombre mayor de edad y menor de 34 años está obligado a permanecer en activo como miembro del Ejército y a ejercer prácticas militares durante 21 días al año.

Los 344 días restantes su arma reglamentaria (fusil de asalto) debe permanecer guardado en el hogar.

Los promotores de la campaña insistieron en recordar que cada año, unas 300 personas mueren en Suiza tras un disparo por arma de fuego, un argumento que, a la luz de los resultados, no ha tenido efecto en la población.

La iniciativa también pretendía endurecer la posibilidad de obtener una licencia de armas, y abogaba por crear un banco de datos sobre propiedad de armas a nivel federal, dado que actualmente sólo existen a nivel cantonal, lo que ha conducido a que haya 26 diferentes sin conexión entre ellos.

Las reacciones no se han hecho esperar. Los que se oponían a la iniciativa han argumentado que ha ganado la "confianza" del pueblo en sus propios conciudadanos y la "seguridad" de que cada varón es responsable de su arma.

Este era el principal argumento del Consejo Federal, que rechazaba la iniciativa y que insistió en que la peligrosidad de las armas en el hogar desapareció gracias a una modificación de la ley en el 2008 que prohíbe guardar las municiones en casa, aunque se pueden adquirir fácilmente en el mercado.

De hecho, la ministra de Justicia e Interior, Simmoneta Sommaruga, señaló que el rechazo de la iniciativa no significa que los ciudadanos queden desprotegidos, al contrario, dado que el debate ha permitido señalar aspectos "a mejorar". Por ello, informó de que antes de finales de abril, presentará al consejo de ministros nuevas medidas.

Más radicales, los representantes de la UDC, el partido de la ultraderecha, conocido internacionalmente por haber lanzado y ganado los referendos contra la construcción de minaretes y por la expulsión de extranjeros criminales, señalaron que el pueblo suizo ha demostrado "que no se deja desarmar".

La campaña, lanzada en 2007, estaba apoyada por una amplia coalición formada por 80 entidades, desde los partidos de izquierda y los verdes, pasando por algunos miembros de la democracia cristiana, la Iglesia, los colectivos feministas, las entidades de prevención del suicidio y las asociaciones de trabajadores sociales.

Los partidarios de la iniciativa argumentaban que el acceso constante al arma propicia que en un momento de ira, un maltratador use su fusil contra miembros de su familia, y un suicida lleve a cabo su propósito con relativa facilidad.

De hecho, en el 40 por ciento de los casos de suicidio por arma de fuego se usa el arma reglamentaria.

Además, la tasa de suicidios por arma de fuego en Suiza es la más alta de toda Europa, y triplica la de sus vecinos.

En total, existen 2,3 millones de armas en los hogares suizos: 200.000 armas de servicio, unas 1,45 millones de armas antiguas del Ejército, y el resto armas de personas que tienen una licencia, coleccionistas, o cazadores.