estrasburgo. La Eurocámara reconoció ayer que Europa "tiene una parte de responsabilidad" en el conflicto tunecino "por no haber condenado la naturaleza de ese régimen y haber preferido utilizar la aparente estabilidad para hacer negocios". A pesar del mea culpa, los legisladores europeos apuntan a la política del presidente depuesto de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí, como el origen de los sucesos acontecidos en las últimas semanas. La resolución, aprobada por 58 votos a favor, pide a las autoridades tunecinas que garanticen las libertades políticas fundamentales, reformen la Constitución, procedan a abolir la pena de muerte y establezcan una moratoria hasta entonces. Además, les anima a frenar la corrupción y el nepotismo, y a crear una Comisión de la Verdad y la Reconciliación, para determinar la responsabilidad de los abusos cometidos por el anterior régimen.

Dimite el ministro de exteriores Mientras, estudiantes universitarios y de secundaria prosiguieron ayer con las protestas en la capital contra la presencia en el Gobierno de transición de políticos cercanos al depuesto dictador. Unas continuas protestas que dieron su fruto ayer ya que el ministro de Exteriores del Gobierno de transición de Túnez y cercano colaborador del depuesto presidente, Kamel Mojane, dimitía ayer "en interés del país", según sus propias palabras. Morjane pertenecía al grupo de políticos que ocupó cargos relevantes durante la presidencia del mandatario depuesto Zine el Abidine Ben Ali.