París. El secuestro ayer de veinte niños y una profesora en una guardería en Besançon, en el este de Francia, a manos de un adolescente con tendencias suicidas y armado con dos cuchillos, concluyó sin víctimas tras más de cuatro horas de angustia televisada en directo. "El conjunto de los niños ha sido liberado, en compañía de la profesora. El secuestrador ha sido detenido por el Grupo de Intervención de la Policía Nacional" sin violencia, explicó al mediodía y desde las inmediaciones del centro el ministro de Educación, Luc Chatel, desplazado hasta el lugar de los hechos.
El suceso se inició hacia las 08.30 hora local de la mañana, cuando un adolescente de 17 años con problemas psicológicos y conocido por la Policía llegó armado con dos cuchillos a la guardería Ile-de-France, a 8 kilómetros del centro de la localidad.
Allí tomó como rehénes a una clase con veinte alumnos de entre 4 y 6 años y a la profesora a su cargo.
Los responsables desalojaron el resto del centro educativo y las fuerzas del orden entablaron conexión telefónica con el perturbado.
Los agentes de la Policía judicial consiguieron negociar para que fuera liberando uno a uno a catorce de los niños, que fueron atendidos en un célula de ayuda psicológica habilitada en las proximidades para ellos y para sus familias.
El secuestrador, que nunca llegó a amenazar "verdaderamente" a sus rehenes, llegó a confesar a sus interlocutores que tenía intención de suicidarse, explicó el ministro, que reveló que la Policía decidió aprovechar la entrega del almuerzo para intervenir.
Cuando los agentes lograron entrar, en el momento en el que llevaban alimentos al aula, separaron al secuestrador de los niños aún cautivos y de la profesora y le detuvieron.
El captor no ofreció ninguna resistencia, destacó Chatel, quien subrayó que el sujeto sufría "problemas psicológicos".
"sangre fría" La operación, calificada como un éxito por el ministro, tuvo un desenlace con final feliz gracias a la "sangre fría, profesionalismo y determinación" de los agentes, según las palabras del jefe del Estado, Nicolás Sarkozy, quien alabó tanto a la Policía como a los militares y a la Gendarmería.
En los alrededores de la guardería, adonde además de la policía se desplazaron agentes del cuerpo de bomberos y de los servicios de socorro, se congregaron medio centenar de vecinos y numerosos profesionales de los medios de comunicación, que informaron minuto a minuto del drama acontecido en esa localidad cercana a la frontera suiza.