jerusalén. Al menos cuarenta personas perdieron ayer la vida y decenas resultaron heridas en un incendio forestal que se declaró en las inmediaciones de la ciudad de Haifa, en el norte de Israel, revelaron fuentes sanitarias israelíes.

La Estrella de David Roja (equivalente a la Cruz Roja) anunció que las víctimas mortales quedaron atrapadas por las llamas cuando viajaban en un autobús, y que entre ellas figuran bomberos y guardias de una prisión.

Según distintos medios, decenas de personas resultaron heridas por el fuego y centenares fueron evacuadas de sus hogares a causa del incendio, que se declaró al mediodía en el bosque Carmel y seis horas después había quemado al menos 600 hectáreas de terreno.

Los bomberos y numerosos equipos de emergencia que colaboran en la extinción del incendio no habían logrado a primera hora de la noche controlar las llamas, cuya virulencia causó estragos en las áreas como el kibutz de Bet Oren, que según explicó un testigo a la radio pública israelí, "sencillamente ha desaparecido del mapa".

gran desesperación La emisora agregó que varias de las personas atrapadas en el incendio llamaron desesperadas a los equipos de emergencia advirtiendo del peligro que corrían, y fueron numerosos los afectados que grabaron vídeos del suceso que luego colgaron en Internet. "Podemos confirmar que un autobús ha quedado atrapado por las llamas y varias personas han muerto", confirmó poco antes Miky Rosenfeld, portavoz de la Policía israelí.

El portavoz de la Estrella Roja de David Eli Bin, calificó por su parte lo ocurrido de "verdadera tragedia" y subrayaba la "muy dura labor" a la que tuvieron que enfrentarse los equipos de socorro.

La mayor parte de las víctimas mortales se registraron al volcar un autobús en el que viajaban 50 guardias del centro penitenciario y tenía por objeto evacuar a los reclusos de la cárcel de Damon, y que quedó atrapado por las llamas, según las fuentes policiales.

Medios locales también apuntan que entre los fallecidos se encuentra tanto personal de vigilancia de prisión, como miembros de los equipos de emergencia.

Testigos citados por los medios dijeron que el autobús quedó completamente calcinado.

En las labores de rescate y asistencia colaboran además de la policía, bomberos y servicios sanitarios, aparatos de la Fuerza Aérea que desde el aire rocían con agua los principales focos, así como soldados de Marina y tropas de la Comandancia de la Retaguardia del Ejército israelí.

Los hospitales de la zona abrieron servicios de emergencia y establecido dispositivos especiales para atender a los heridos.

Se cree que el incendio pudo surgir en un vertedero ilegal de la zona, un fenómeno que han denunciado en repetidas ocasiones los vecinos del norte del país.

El alcalde de Haifa, Yona Yahav, dijo que las autoridades conocían este tipo de actividades clandestinas desde hacía algún tiempo. "Era cuestión de tiempo el que se produjera una calamidad así", manifestó.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha visitado el lugar de la tragedia, ha pedido la ayuda de Rusia, Grecia, Chipre e Italia para sofocar las llamas. "Debemos extraer conclusiones a fin de lidiar con catástrofes de este tipo, pero ahora todo debe centrarse en salvar vidas", recalcó el jefe del Ejecutivo de Israel.