LONDRES. La asociación parece tan firme que los científicos que la han investigado dicen que debería formar parte del proceso de diagnóstico de la enfermedad.
El estudio, dirigido por la Universidad de Warwick y el Instituto de Investigaciones sobre el Cáncer del Reino Unido, indica que los hombres con dedos índices largos tienen un tercio menos de probabilidades de padecer la enfermedad que los de dedos anulares más largos.
La asociación entre ambos fenómenos es aún más estrecha por lo que se refiere al riesgo de desarrollar ese tipo de cáncer antes de los sesenta años: en ese caso, el riesgo para los varones con dedos índices más largos es un 87 por ciento menor, indica el estudio.
"La longitud relativa de los dedos debería servir de test simple para pronosticar el riesgo del cáncer de próstata, sobre todo para los varones de menos de sesenta años", explicó el profesor Ros Eeles, del citado Instituto, uno de los autores del estudio.
Para su estudio, los científicos compararon a 1.500 enfermos de cáncer de próstata con más de 3.000 varones sanos entre 1994 y 2009 antes de llegar a esa conclusión.
Lo más normal es que el índice sea más corto que el anular, y en el caso de una longitud igual de ambos dedos -el 19 por ciento de los examinados- el riesgo de cáncer de próstata era igual en todos los examinaos.
Entre los hombres cuyos índices eran, sin embargo, más largos que los anulares, el riesgo de enfermar de ese cáncer demostró ser un 33 por ciento menor.