SEÚL. La tensión en la península coreana sigue subiendo y de forma muy peligrosa. De hecho, la crisis se agravó ayer con el estacionamiento de más misiles en la costa occidental por parte de Corea del Norte, que reaccionó así al inicio de nuevas maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur en aguas del mar Amarillo. La agencia de noticias surcoreana Yonhap, en base a fuentes del gobierno de Seúl, indicó que su vecino del norte ordenó que además de misiles tierra-barco, con un alcance de más de 90 kilómetros, también fueran instalados misiles tierra-aire SA-2, con un alcance de hasta 30 kilómetros. El Ejército surcoreano se prepara además para "nuevas provocaciones" por parte de Corea del Norte.
En este clima prebélico, Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron ayer unas maniobras navales de cuatro días en respuesta al ataque norcoreano del martes contra la isla de Yeonpyeong, lo que ha elevado la tensión en la zona mientras Pyongyang se mantiene en posición de combate. La llegada a primera hora de la mañana del portaaviones de propulsión nuclear George Washington, con 6.000 militares y 75 aviones de combate a bordo, marcó el inicio de las maniobras conjuntas en las que participan una decena de navíos de guerra, entre ellos varios destructores, fragatas y aviones anti-submarinos.
disparos de artillería Según fuentes militares surcoreanas, en coincidencia con el inicio de las maniobras, Corea del Norte realizó disparos de artillería dentro de territorio norcoreano, en las cercanías de la isla surcoreana de Yeonpyeong, que volvieron a obligar a los residentes a refugiarse en los búnkers. Además, una fuente del Gobierno de Seúl consultada por la agencia Yonhap indicó que Corea del Norte desplegó misiles tierra-aire, del modelo soviético SA-2, con un alcance de entre 13 y 30 kilómetros, y mantiene sus posiciones de artillería en posición de combate. Según el despacho de la agencia, "los misiles parecen tener como objetivo nuestros cazas que vuelan cerca de la Línea Limítrofe del Norte (NLL)", que hace las veces de frontera marítima entre las dos Coreas en el Mar Amarillo y que Pyongyang no reconoce. Las mismas fuentes indicaron que Corea del Norte desplegó también misiles tierra-tierra con un alcance de 95 kilómetros coincidiendo con el inicio de las maniobras.
Corea del Norte indicó ayer a través de la agencia estatal KCNA que responderá "con una brutal oleada cualquier provocación que viole sus aguas territoriales", mientras que el diario oficial Rodong Sinmun afirmó que el ataque a Yeonpyeong fue "un legítimo ejercicio de auto defensa".
La tensión en la zona donde se produjo el intercambio de disparos de artillería el martes 23 es tal que ayer unos sonidos de detonaciones y movimientos en la costa norcoreana frente a la isla de Yeonpyeong desataron las alarmas y acabaron por hacer que Corea del Sur haya pedido a los periodistas, unos 400, que abandonen la isla.
Pekín no ve con buenos ojos las maniobras de EEUU y Corea del Sur en el Mar Amarillo y advirtió de que no aceptará una violación de su zona económica exclusiva en esas aguas, donde ahora los navíos de guerra estadounidenses y surcoreanos hacen uso de fuego real. Mientras, Pyongyang insistie en que los ejercicios militares "de los imperialistas estadounidenses y de su belicosa marioneta surcoreana" están dirigidos contra Corea del Norte. "La situación en la península coreana está al borde de la guerra debido al proyecto imprudente de esos delirantes del gatillo", agrega.