WASHINGTON. El funcionario dijo que comprendía que algunos viajeros se sintieran incómodos por el uso de escáneres corporales o, en su defecto, de métodos de cacheo intensivos, que incluyen contacto con genitales y pecho, en los puntos de control de los aeropuertos, aunque indicó que su única finalidad es garantizar su propia seguridad.
"La máxima prioridad del presidente, Barack Obama, es asegurarse de que cuando ustedes, yo o cualquier otra persona entre en un avión pueda sentirse razonablemente segura, que podamos viajar con seguridad", dijo Gibbs en declaraciones recogidas por la BBC.
En la misma línea, el director de la Agencia de Seguridad en el Transporte, John Pistole, recordó el lunes, en una entrevista a la cadena NBC, que el objetivo de esta medida, implantada en 60 aeropuertos estadounidenses, es garantizar la integridad de las personas, aunque reveló que, debido a las quejas, estaban valorando otras alternativas.
"Todo lo que hago es observar y preguntarme: '¿Hay otras formas menos invasivas de hacer el mismo tipo de reconocimientos?' Estamos intentándolo porque sabemos que estos métodos siempre hacen chocar la privacidad y la seguridad", indicó Pistole.
Estas declaraciones se producen después de que organizaciones de defensa de los derechos de los viajeros amenazaran con boicotear las vacaciones de Acción de Gracias, para las que se prevén millones de desplazamientos, con el uso de "pasajeros recalcitrantes" que se nieguen a someterse a los escáneres y soliciten un cacheo en profundidad, retrasando así el embarque.
"Solamente con uno o dos pasajeros recalcitrantes en un aeropuerto es suficiente para causar enormes retrasos", advirtió el portavoz de la Sociedad Americana de Agencias de Viajes, Paul Ruden, quien instó a los usuarios a secundar la protesta.