Bogotá. La Operación Sodoma contra el campamento madre de las FARC en Colombia acabó ayer con la vida del temido Mono Jojoy, jefe militar y número dos de esta guerrilla, que, con más de 45 años de existencia, sufrió el mayor golpe de su historia en un operativo en el que se usaron 30 aviones, 27 helicópteros, medio centenar de bombas de precisión y un impresionante batallón de hombres.

Víctor Julio Suárez, alias Jorge Briceño Suárez o Mono Jojoy, fue abatido durante un operativo conjunto de todas las fuerzas de seguridad del Estado en la serranía de La Macarena, al sur del departamento del Meta, junto con otra veintena de guerrilleros que formaban su cordón de seguridad.

"Ha caído el símbolo del terror", anunció el presidente Juan Manuel Santos desde Nueva York, ciudad que acoge la Asamblea General de la ONU y desde donde ha estado al tanto de los pormenores de la operación. Santos conocía los planes antes de viajar a Nueva York, ya que el pasado viernes pasó la noche en la base militar de Larandia, en el sureño departamento de Caquetá, vecino del Meta, para pulir con la cúpula militar y policial los detalles.

Es "una noticia histórica", manifestó el presidente al informar de que el operativo, en que también se dio de baja a "gente importante que están siendo identificados", se puso en marcha el pasado lunes. Inmediatamente después, el ministro colombiano de Defensa, Rodrigo Rivera, confirmó en Bogotá que la Operación Sodoma apuntó al mismo "corazón estratégico de las FARC, a la madriguera de Mono Jojoy".

impecable y contundente "Hemos llegado al corazón, a la guarida de las FARC", persistió Rivera, al calificar de "impecable" y "contundente" el operativo. Asimismo informó de que durante los combates resultaron heridos cinco uniformados. Se trató de un "minucioso planeamiento" bajo el liderazgo del presidente Santos, quien fue informado de cada detalle. Rivera destacó el trabajo de inteligencia previo y dijo que se trató de una acción conjunta entre el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía Nacional.

Tras este gran operativo, el Gobierno tiene ahora sus ojos puestos en el máximo líder de las FARC, Guillermo León Saenz, alias Alfonso Cano, quien tomó la dirección de la organización tras la muerte del histórico fundador, Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, ocurrida en marzo de 2008.

Por eso, en medio de la euforia por el éxito de la Operación Sodoma, Rivera envió un mensaje muy claro a Alfonso Cano y a todos sus hombres: "entréguense, desmovilícense". "Les garantizamos su vida, un trato digno, un trato justo en nuestro orden jurídico", insistió el titular de Defensa.

El presidente Santos también tuvo palabras para los líderes de las FARC, a los que dijo que ésta es "la operación bienvenida", en alusión a los inicios de su Gobierno que arrancó el 7 de agosto, fecha desde la cual la Fuerza Pública ha sido blanco de varios ataques y emboscadas.