SIDNEY. Voluntarios y expertos se dirigen a la remota playa de Spirits Bay donde los cetáceos quedaron atrapados.
"Necesitamos tantos voluntarios como sea posible, pues hasta mañana no podremos intentar reflotarlas y tendremos que cuidarlas durante un tiempo", dijo Jonathan Maxwell, experto en rescate a la agencia australiana, AAP.
En agosto otro grupo de 58 ballenas quedó varado en una playa, también en el norte, de las cuales sólo 9 pudieron ser rescatadas.
A finales de 2009, en cambio, los 126 ejemplares varados en otra playa murieron asfixiados.
Los científicos desconocen la razón por la que algunas especies de ballenas acaban sus días en las playas y barajan la posibilidad de que acuden atraídas por los sonares de grandes buques o que siguen a un cabeza de grupo desorientado por enfermedad.
Nueva Zelanda forma parte de la ruta que hacen las ballenas que se dirigen a la Antártida, en su búsqueda en septiembre de aguas más frías.
La ballena piloto, también llamada Calderón común, es un cetáceo de frente abombada y cuerpo robusto que puede alcanzar los seis o siete metros de longitud.