ROMA. Unos 925 millones de personas sufrirán este año hambre crónica, 98 millones menos que en 2009, aunque sigue siendo una cifra "inaceptablemente alta", según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, señaló la semana pasada en Roma, donde esta organización tiene su sede, que "cada seis segundos muere un niño por problemas relacionados con la desnutrición", de manera que "el hambre sigue siendo la mayor tragedia y el mayor escándalo del mundo". "Esto es absolutamente inaceptable", añadió.
En este sentido, Diouf advirtió en Roma de que la dimensión del problema del hambre "hace que sea extremadamente difícil alcanzar no sólo el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), sino también los demás ODM". Los ODM son ocho metas fijadas por la ONU en el año 2000 que se quieren alcanzar en 2015, y la primera de ellas es "erradicar la pobreza extrema y el hambre".
El objetivo de reducir el hambre a nivel internacional corre "un grave peligro", ya que, según Diouf, su consecución se está viendo amenazada por el reciente incremento en los precios de los alimentos.
Por su parte, la directora ejecutiva del PAM, Josette Sheeran, destacó que "la acción enérgica y urgente de los países y del mundo ha sido eficaz contribuyendo a detener estas cifras galopantes del hambre", pero también afirmó que "no es el momento de relajarse". "Debemos seguir haciendo huir al hambre para garantizar la estabilidad y proteger la vida y la dignidad" de las personas, subrayó.
El dato sobre el número de personas hambrientas en 2010 aparece en el informe anual 'El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo', que van a publicar la FAO y el PAM este mes de octubre. El del año pasado cifraba en 1.023 las personas con hambre crónica.
Parte del contenido del informe se ha adelantado de cara a la cumbre que se va a celebrar en Nueva York la semana que viene (del 20 al 22 de septiembre) para intentar acelerar los avances hacia los ODM.
CAUSAS DE QUE HAYA MENOS HAMBRIENTOS
El estudio atribuye en gran medida la reducción del número de hambrientos para este año a las previsiones de crecimiento económico, especialmente en los países en vías de desarrollo, y a la bajada de los precios de los alimentos registrada desde mediados de 2008. En este contexto, indica que el reciente aumento de estos precios hará más difícil la lucha contra el hambre.
El ODM 1 consiste en reducir a la mitad la proporción de personas hambrientas de 2000 a 2015, es decir, pasar de un 20 a un 10 por ciento. Pero a cinco años de esa fecha, la proporción se sitúa actualmente en un 16 por ciento.
Durante una Cumbre Mundial sobre Alimentos celebrada en 1996 se estableció por primera vez una meta cuantitativa para hacer disminuir la cantidad de personas hambrientas, de casi 800 millones en 1990-1992 a unos 400 millones en 2015. Para alcanzar esa meta habría que reducir el número de hambrientos en más de 500 millones durante el próximo lustro.
Según la FAO, el hecho de que históricamente el número de personas desnutridas haya seguido aumentando incluso en periodos de gran crecimiento económico y precios relativamente bajos demuestra que el hambre es un problema estructural.
Por lo tanto, a su juicio "queda claro que, aunque es esencial, el crecimiento económico no es suficiente para eliminar el hambre en un periodo de tiempo aceptable". Con todo, Diouf destacó que "hay historias de éxito en Africa, Asia y Latinoamérica", unas experiencias que, en su opinión, se deben extender e imitar.
Respecto a 2009, el informe prevé para este año una reducción de un 9,6 por ciento en la cifra de personas con hambre crónica, una disminución que se nota especialmente en Asia --donde se estima que habrá 80 millones de hambrientos menos--. En cambio, en el Africa subsahariana la mejora es bastante menos notable --unos doce millones menos que en 2009--, y una de cada tres personas seguirá estando desnutrida.
EL HAMBRE POR REGIONES
Otros datos importantes del estudio hacen referencia a la distribución geográfica del problema del hambre. Por ejemplo, dice que dos tercios de las personas que sufren desnutrición se concentran en sólo siete países: Bangladesh, China, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia y Pakistán.
La región donde hay más personas con desnutrición sigue siendo la de Asia y el Pacífico, con 578 millones, si bien la región más afectada en proporción con el número de habitantes que tiene continúa siendo el Africa subsahariana, con 239 millones (un 30 por ciento).
Los avances que se han hecho también varían según el país. Así, entre 2005 y 2007, Congo, Ghana, Malí y Nigeria ya habían conseguido el primer ODM, y Etiopía y otros países están cerca de lograrlo. Sin embargo, en República Democrática del Congo, la proporción de personas desnutridas se elevó a un 69 por ciento.
En Asia, Armenia, Birmania y Vietnam también cumplieron el primer ODM, y China está a punto de hacerlo. Por último, en la región de Latinoamérica y el Caribe lo consiguieron Guyana, Jamaica y Nicaragua, y Brasil se está acercando a la meta.
El año pasado, Diouf lanzó la "campaña mil millones de hambrientos" con el fin de animar a los dirigentes mundiales a que tomen medidas firmes y urgentes para acabar con el hambre. Hasta ahora, más de medio millón de personas han firmado una petición en Internet en la que se insta a los políticos a que conviertan la reducción del hambre en su máxima prioridad, y se espera que para finales de este año sean un millón.
La vicepresidenta del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), Yukiko Omura, recalcó que "los hambrientos del mundo no son sólo cifras", sino que "son personas, hombres y mujeres pobres que luchan por educar a sus hijos y darles una vida mejor, son jóvenes que intentan construirse un futuro".
"Es irónico que la mayoría de ellos vivan en zonas rurales de países en vías de desarrollo. Además, el 70 por ciento de las personas extremadamente pobres, quienes viven con menos de un dólar al día, residen en zonas rurales. Son mil millones de personas y, de entre ellas, cuatro de cada cinco son campesinos", precisó.