BERLÍN. "Con la acogida de estos presos, Alemania ha cumplido su contribución humanitaria al cierre de la cárcel", declaró el ministro del Interior, Thomas de Maizière, quien pidió a los medios respetar la esfera privada de los ex reclusos para facilitar su integración en la sociedad alemana.

Alemania ofrece a los ex presos la posibilidad de rehacer sus vidas, explicó De Maizière, "lo que incluye preservarlos de todo acoso mediático".

El palestino Ayman Mohammad Ahmad S., de 34 años, encarcelado en Guantánamo desde 2002, llegó hoy a Hamburgo y fue ingresado en un hospital para ser sometido a una revisión médica, indicaron fuentes de la ciudad-estado, sin dar más detalles sobre el alcance o posible duración de su estancia hospitalaria.

El ciudadano sirio llegó al estado federado de Renania Palatinado (oeste del país), cuyas autoridades no han dado hasta ahora información alguna sobre su identidad.

Alemania se declaró el pasado julio dispuesta a recibir a esos dos ex presos de Guantánamo, que siguen al caso del germano-turco Murat Kurnaz, acogido asimismo en 2006, tras cuatro años y medio en la cárcel de la base militar estadounidense.

El responsable de Interior de Hamburgo, Heino Vahldeck, aseguró ya a principios de semana que su ciudad está preparada para cumplir las prerrogativas de seguridad necesarias y proporcionar al ex preso un entorno favorable para su integración.

Según fuentes de su departamento, el palestino, nacido en 1975 en la ciudad saudí de Djidda, viajó en 2001 a Afganistán para integrarse en la Yihad Islámica, pero actualmente no supone peligro alguno para la sociedad.

Las autoridades de Hamburgo han pedido a los medios de comunicación que no publiquen fotos de su rostro ni den detalles de su domicilio, para facilitar su integración social.

El Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, anunció en julio su disposición a acoger a estos ex reclusos, después de que EEUU concretara su petición para que recibieran a presos a los que no les es posible regresar a sus países de origen.

Inicialmente, EEUU había solicitado que fueran tres los ex reclusos acogidos, pero una vez examinados sus historiales por Interior y la Oficina Federal de Investigación de lo Criminal se determinó que sólo dos de ellos no entrañaban un peligro para Alemania.

El ministro federal de Interior, Thomas De Maizière, hizo entonces hincapié en que no se acogería "a terroristas" y recalcó que no existía proceso legal abierto contra ellos, ni en Estados Unidos ni en sus países de origen ni en Alemania, e insistió en que los motivos de la acogida eran estrictamente humanitarios.

De Maizière recordó el compromiso de Merkel de "respaldar" a EEUU para conseguir el cierre de la prisión para supuestos terroristas de Guantánamo, aunque aseguró que Alemania no acogerá más presos.

El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo la pasada semana que su Gobierno sigue trabajando para el cierre de ese centro de detención, que acoge aún a cerca de 180 presos -de los 750 presuntos miembros de Al Qaeda o militantes talibanes que llegó a tener a principios de 2002-, aunque no fijó ninguna fecha para lograr ese objetivo.