BRUSELAS. La polémica por las expulsiones de inmigrantes gitanos rumanos llevadas a cabo por las autoridades francesas ha desembocado en un duro enfrentamiento entre el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, durante la cumbre de líderes europeos, según ha informado el primer ministro búlgaro, Boyko Borissov.

"Hubo una disputa, por no decir una bronca", entre Barroso y Sarkozy, ha dicho Borissov. La discusión entre los líderes europeos sobre la polémica de los gitanos, que se abordó de manera informal durante el acuerdo, fue "muy difícil" y hubo un "gran desacuerdo", ha asegurado el primer ministro búlgaro.

La tensión entre Bruselas y París a cuenta de la política de Sarkozy sobre los gitanos se elevó después de que la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, comparara la actitud del Gobierno francés con la Alemania nazi al anunciar su intención de expedientar a Francia por discriminación.

Barroso respaldó a su comisaria pero dejó claro que no había sido su intención establecer un paralelismo entre las expulsiones de Francia y los acontecimientos de la segunda Guerra Mundial. La propia Reding se disculpó por el malentendido que habían generado sus palabras.

No obstante, antes de la disculpa, Sarkozy había sugerido a la vicepresdenta de la Comisión acoger en su Luxemburgo natal a los gitanos expulsados.