El Cairo. Israelíes y palestinos reanudaron ayer en el balneario egipcio de Sharm el Sheik el diálogo de paz que arrancó a primeros de mes en Washington tras 20 meses de parón. La segunda ronda de conversaciones, tras el encuentro que mantuvieron el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, ha estado auspiciada por la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y ha permitido constatar que el proceso marcha "en la dirección correcta", según informó el enviado estadounidense para Oriente Próximo, George Mitchell.

El obstáculo de los asentamientos judíos en Cisjordania volvió a reaparecer ayer, aunque ambas partes acordaron seguir negociando para mantener el objetivo de alcanzar un acuerdo sobre los "asuntos fundamentales" en el plazo de un año.

El fin común, añadió Mitchell, sigue siendo llegar a "dos Estados con dos pueblos", una solución en la que Israel mantenga su seguridad y los palestinos gocen de un estado "viable e independiente". A lo que añadió que teniendo en cuenta el principio de confidencialidad que se quiere dar al diálogo, no podía dar detalles sobre lo analizado ayer, pero insistió en que la negociación se llevó a cabo en un clima "de buena fe".

La reunión se produjo en medio de amenazas palestinas de retirarse del diálogo si Israel no prorroga la moratoria de diez meses en la construción de asentamientos en territorios palestinos de Cisjordania, que vence a finales de mes.

paso delicado El enviado especial de la Casa Blanca, cuyo país actúa de mediador en este diálogo, afirmó que ese era un "tema políticamente delicado en Israel". Pero también reiteró las palabras recientes del presidente de EEUU, Barack Obama, en las que dijo que "tendría sentido extender la moratoria, especialmente porque las partes están moviéndose en una dirección construciva".

El diplomático estadounidense eludió extenderse a cerca de este tema, a pesar de que el asunto surgió en las pocas preguntas que hubo durante la rueda de prensa, teniendo en cuenta la guerra verbal entre palestinos e israelíes que mantuvieron el pasado lunes.

Netanyahu ya anunció que la moratoria no será prorrogada, pero también advirtió que no dará carta blanca a los colonos y que ralentizará la expansión de asentamientos.

Antes de comenzar la reunión de ayer, el portavoz del Gobierno israelí, Mark Regev, dijo que las conversaciones de paz "requieren creatividad y flexibilidad" para encontrar posturas comunes sobre este asunto. "No te puedes levantar de la mesa de negociaciones en cuanto surge una divergencia", agregó Regev.

La reunión tripartita entre Israel, los palestinos y EEUU estuvo precedida de contactos bilaterales en los que también participó el presidente del país anfitrión, Hosni Mubarak.