Teherán. El Gobierno de Irán puso ayer en libertad a Sarah Shourd, uno de los tres estadounidenses encarcelados desde hace más de un año por un posible caso de espionaje, según aseguró ayer el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.

En su conferencia de prensa diaria, Crowley negó que el Gobierno hubiera pagado una fianza para la puesta en libertad de Shourd, e indicó que ésta se debe a que "alguien proporcionó las garantías suficientes al Gobierno iraní". "No sabemos cuáles fueron las acciones específicas", aseguró el portavoz, que precisó que el Departamento de Estado "aún no ha recibido una información completa de lo ocurrido en las negociaciones en las últimas 24 horas". "El Gobierno de Irán tenía, en su proceso judicial, requisitos especiales para su liberación y todo lo que sabemos es que se han dado pasos para satisfacer esos requisitos", indicó.

Sin embargo fuentes iraníes aseguraron que el depósito de 500.000 dólares, la cantidad determinada como fianza por el fiscal general de Teherán, Abbas Jafari Dolatabadi, fue el desencadenante inmediato para la liberación de Shourd.

La estadounidense, que ayer abandonó el país rumbo a Omán, fue detenida el 31 de julio de 2009 junto a sus compañeros Shane Bauer y Josh Fattal, cuando, según ellos, hacían senderismo en el Kurdistán iraquí y entraron por error en territorio de Irán. Las autoridades iraníes les acusaron poco después de haber entrado de forma ilegal en territorio iraní para cometer actos de espionaje.

La Secretaria de Estado de E¡stados Unidos, Hillary Clinton, urgió ayer al Gobierno de Irán a permitir la liberación de Bauer y Fattal, junto al resto de ciudadanos estadounidenses que permanecen detenidos o desaparecidos en el país árabe.