CHICAGO. Así, el presidente del Grupo de Estudio del Melanoma Español, Salvador Martín Algarra, subrayó que la incidencia de esta enfermedad, responsable de cerca del 80 por ciento de las muertes por cáncer de piel, "está aumentando mucho" en Europa, Estados Unidos y Australia debido a este tipo de exposicones al sol "episódicas e intensas". "Antes nuestros padres estaban más expuestos al sol, pero crónicamente, y luego no hacían estas exposiciones ridículas de dos semanas", insistió.
El problema no es la exposición regular al sol, que es "buena" y que previene la osteoporosis, entre otro tipo de enfermedades, debido a las vitaminas que la piel absorbe a través de los rayos del sol, sino los 'baños de sol' tomados de manera "irracional" para conseguir un mejor bronceado, según señaló el médico. "Hay una aumento de incidencia clarísimo relacionado con comportamientos irracionales", apuntó.
En este sentido, los expertos consideran que una de las principales causas de la proliferación de cáncer de piel en occidente es el "glamour" que rodea a lo moreno como sinónimo de "belleza". Esta mentalidad impulsa a muchos hombres y mujeres a tumbarse al sol durante "ocho horas un día en verano y luego a pasar cuarenta días sin que les dé el sol porque no salen de la oficina", señaló Martín Algarra, quien aseguró que "los noruegos y los suecos que vienen a tomar el sol a España cada verano y se exponen 'vuelta y vuelta' tienen mucho más riesgo".
Hasta tal punto ha aumentado los casos de este tipo de cáncer, que mientras que la mortalidad en el resto de cánceres ha disminuido en general un 17 por ciento entre 1995 y 2005, las muertes por melanoma se han incremntado un 32 por ciento, de acuerdo a datos aportados en ASCO por el doctor Axel Hauschild, del departamento de Dermatología de la Universidad de Kiel, en Alemania
Este experto señaló que, si bien es cierto que la genética está más "directamente relacionada" con la aparición de un melanoma que la exposición al sol, y por lo tanto, tener antecedentes familiares de esta enfermedad tiene "más peso" en la probabilidad de desarrollar un cáncer de piel de este tipo, por otro lado, "la genética no se puede cambiar", mientras que los hábitos de exposición al sol sí, por lo que subrayó la importancia de "mantener en primera línea" las campañas en contra de tomar el sol de manera "exagerada".
IMPORTANCIA DE PROTEGER A LOS NIÑOS
Además, el presidente del Grupo de Estudio del Melanoma Español subrayó la importancia de evitar especialmente que los niños se expongan al sol sin protección, ya que "la asociación de exposición episódica y exagerada guarda más relación con cáncer cuando es en la infancia que en la vida adulta". Es decir, es más probable tener un cáncer de piel cuando se es adulto si de niño se ha estado expuesto al sol de esta manera. "Que nuestros hijos se quemen, nos tiene que doler", afirmó el médico.
Además, el experto aconsejó "incluir el chequeo dermatológico dentro de la rutina higiénica", para controlar la evolución de los lunares, sobre todo en el caso de personas que tienen muchos lunares o con antecedentes familiares, ya que estas personas tienen "más probabilidad" de desarrollar melanoma, señaló Hauschild.
La única forma de detectar un melanoma es mediante una biopsia, extirpando el lunar sospechoso o parte del mismo. Sin embargo, los primeros signos del melanoma pueden observarse a simple vista y consisten en lunares asimétricos, borde irregular, con color variable, con diámetro de más de seis milímetros y con una evolución de la forma, el borde, el color o el tamaño.
Cada año se diagnostican en Europa 62.000 casos de melanoma avanzando, o lo que es lo mismo con metástasis en otras partes del cuerpo. Es el octavo tipo de cáncer más diagnosticado en mujeres y el decimoséptimo más común en hombres en el continente. Además, la incidencia de este tipo de enfermedad es la que más crece en hombre y la segunda que más está aumentando en mujeres.
TRATAMIENTOS PARA EL MELANOMA
El gran riesgo del melanoma, sobre todo cuando se encuentra en una fase avanzada, y tiene ramificaciones en otras partes del cuerpo, es que tiene un pronóstico "muy grave y no existen medicamentos que hayan conseguido cambiarlo", explicó Martín Algarra. De hecho, el tiempo medio de supervivencia es de seis a nueve meses en la fase más avanzada de la enfermedad, con una probabilidad de supervivencia al año de entre el 25 al 35 por ciento. "Con una mancha no bien valorada te juegas la vida, porque hasta ahora no teníamos un buen tratamiento médico para el melanoma", apuntó el experto español.
Con motivo del 46 Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), Bristol-Myers Squibb presentó los resultados de un estudio doble ciego sobre ipilimumab, un nuevo medicaento en fase III de investigación, que potencia el efecto del propio sistema inmunológico del paciente y consigue entre el 44 y el 46 por ciento de supervivencia para pacientes con metástasis al año, frente a un 25 por ciento que continúa vivo con un tratamiento de control de 100 gp peptide vaccine.
El trabajo, que se realizó con pacientes que ya habían sido previamente tratados del melanoma y cuya enfermedad se encontraba en una fase avanzada, también concluye que entre el 22 y el 24 por ciento de las personas tratadas con ipilimumab sobrevivían a los dos años, mientras que la tasa de superviencia de los que se sometieron al tratamiento control era del 14 por ciento en ese mismo periodo de tiempo.
Para Martín Algarra, este medicamento, que aún está pendiente de aprobarse por los organismos reguladores, "abre una puerta a la esperanza de una enfermedad muy terrible" y permite mejorar la perspectiva de vida de los pacientes que se encuentran en una fase avanzada, para los que "la quimioterapia no ha hecho casi nada".