RÍO DE JANEIRO. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó hoy el asalto israelí a la llamada "Flotilla de la Libertad", que se dirigía a Gaza, y dijo que Israel "no tenía derecho a hacer lo que hizo", en alusión a la operación en la que se produjeron nueve muertos.

"Las informaciones que tenemos son que el ataque, el bombardeo, se hizo en aguas internacionales y, por lo tanto, Israel no tenía derecho a hacer lo que hizo", afirmó el presidente brasileño en breves declaraciones que concedió a periodistas tras un acto oficial.

"Yo condeno" el ataque, pero "vamos a esperar que haya mejores investiaciones" sobre lo ocurrido, agregó el mandatario.

Lula insistió en la posición brasileña de defender una paz negociada en Medio Oriente.

"Estoy sinceramente convencido de que no es el uso de armas lo que va a garantizar la paz. Lo que va a garantizar la paz es mucha conversación, mucho diálogo, inversión en comida para acabar con el hambre de los países más pobres del mundo...", dijo Lula, quien agregó que "los dirigentes necesitan aprender a dialogar más".

El gobierno brasileño ya había condenado la víspera el asalto de los comandos israelíes y convocó al embajador de Israel en Brasilia al Ministerio de Exteriores para manifestarle su "indignación" por el hecho.

Brasil también exigió una dura condena del Consejo de Seguridad de la ONU por el asalto en aguas internacionales "a un convoy pacífico de carácter estrictamente humanitario", y pidió, además de una investigación independiente, que sea levantado inmediatamente el bloqueo impuesto a los palestinos en Gaza.

"No podríamos haber quedado más impresionados" ante el asalto sufrido por "personas pacíficas" que "no suponían ninguna amenaza" e intentaban llevar a cabo "una misión humanitaria", dijo el lunes el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.

Brasil aún espera que Israel cumpla su promesa de deportar a la cineasta y activista Iara Lee, la única brasileña que estaba en la llamada "Flotilla de la Libertad".