BRUSELAS. El monarca se reunió con Reynders, presidente del partido MR, y le encomendó "crear las condiciones necesarias para que se retomen lo antes posible las negociaciones" sobre el contencioso de la periferia de Bruselas, una misión que éste aceptó, según un comunicado publicado por la agencia de noticias Belga.

El problema lingüístico del distrito Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV), que enfrenta a francófonos y flamencos, provocó la dimisión del primer ministro, Yves Leterme, el jueves pasado, después de que el partido liberal flamenco, el Open VLD, se retirara de la coalición de Gobierno debido a su descontento con el progreso de las negociaciones.

El monarca no ha aceptado aún la dimisión del Gobierno y ha iniciado una ronda de reuniones con los principales dirigentes del país, con la esperanza de poder encauzar la situación, a dos meses del inicio de la Presidencia de turno belga de la Unión Europea.

El encargo realizado a Reynders forma parte del intento regio de lograr un acuerdo sobre el BHV, después de que destacadas figuras de la política relacionaran con ese problema la ruptura de los liberales flamencos con la postura inflexible del partido de Reynders.

La fecha límite para lograr un acuerdo es el próximo jueves, día en el que el Open VLD y otros partidos flamencos amenazan con forzar un voto en el Parlamento federal sobre el contencioso, que agudizaría aún más el problema lingüístico.

Las principal desacuerdo afecta a las ciudades de Halle y Vilvoorde, situadas en Flandes pero habitadas por una mayoría de francófonos a los que los flamencos desean despojar de derechos como el poder votar por listas francófonas y ser juzgados en su lengua materna.