BERLÍN. Las autoridades de Vechta (norte de Alemania) procedieron hoy a evacuar a unos 8.500 vecinos, incluidos los pacientes de una clínica y los 450 reclusos en dos cárceles, para desactivar una bomba de la Segunda Guerra Mundial detectada en el subsuelo.

La operación se inició a primera hora de la mañana y está previsto que hacia el mediodía se realicen las tareas de desactivación de la bomba, lanzada por la aviación estadounidense.

En el desalojo del vecindario participaron un total de 700 voluntarios de los servicios de protección civil, además de fuerzas policiales.

La evacuación se realiza en un radio de un kilómetros y medio alrededor del punto donde se localizó el explosivo.

La detección de este tipo de artefactos sin estallar de la Segunda Guerra Mundial es algo relativamente frecuente aún en todo el territorio de la República Federal de Alemania (RFA) y sólo en Berlín se estima que hay aún centenares de bombas en su subsuelo.

En Vechta se ha levantado una especie de cordón de seguridad de cinco metros de altura y hecho con contenedores y balas de paja, alrededor del punto donde se encuentra la bomba, de unos 50 kilos y situada a unos cinco metros de profundidad.