LONDRES. Los servicios de emergencia británicos se mantienen hoy alerta a la espera de más lluvia en el norte de Inglaterra, donde amplias zonas han quedado anegadas por la crecida de los ríos tras las precipitaciones más intensas en 50 años.

La Agencia Medioambiental informó de que la cantidad de precipitaciones caídas entre el jueves y el viernes en el condado de Cumbria fue la más elevada de la que se tiene constancia desde 1955 y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hilary Benn, calificó lo ocurrido como "un evento que sucede una vez cada 1.000 años".

En el espacio de 24 horas, según los datos de la Agencia Medioambiental, cayó la misma cantidad de agua que se registra en esa región -una de las más lluviosas del país- cada dos meses.

Las intensas precipitaciones desbordaron varios ríos, que en su crecida arrancaron cuatro puentes e inundaron diversas localidades, de las que cientos de personas tuvieron que ser rescatadas, incluso con la intervención de varios helicópteros del Ejército.

Las principales carreteras del condado quedaron cortadas, unas cuarenta escuelas fueron cerradas y un centenar de personas tuvieron que pasar la noche en refugios improvisados.

Bill Barker, un agente de policía que hoy hubiera cumplido 45 años, falleció el viernes en la localidad de Workington arrastrado por la aguas, cuando desviaba el tráfico de vehículos en uno de los puentes que fue derribado por la crecida de las aguas del río Derwent.

La crecida también afectó a otras zonas del norte de Inglaterra, al sur de Escocia y al norte del País de Gales, donde continúa la alerta ante posibles nuevas inundaciones.

Workington y la vecina localidad de Cockermouth, donde el agua alcanzó una altura de 2,5 metros, fueron las más afectadas, y los equipos de rescate trabajaron toda la noche para rescatar a los vecinos que aún permanecían atrapados en la zona alta de sus casas.

La buena noticia, indicó un portavoz policial, es que "no hay denuncias de personas desaparecidas en la zona en estos momentos".

La policía subrayó que el peligro sigue siendo especialmente alto en los puentes y cifró en unas 1.100 las personas que se han visto afectadas de una manera u otra por las inundaciones en Cumbria.

Este episodio de lluvias e inundaciones es similar al que también anegó amplias zonas de Cumbria en enero de 2005, en lo que fue calificado entonces como las peores inundaciones registradas en esa zona del país en los últimos 200 años.

En esta ocasión, según el Servicio Meteorológico, "la tormenta perfecta" fue causada por un sistema de aire cálido y húmedo procedente del Atlántico, que se concentró sobre Cumbria.