Si vives en una vivienda con garaje comunitario, puede sonar complicado y con numerosas trabas burocráticas, pero lo cierto es que instalar un punto de carga es más accesible de lo que muchos creen. Con un poco de información y siguiendo los pasos adecuados, puedes disfrutar de la comodidad de tener tu propio cargador sin depender de estaciones públicas ni de horarios.
Lo primero que hay que tener en cuenta son los aspectos legales. La Ley de Propiedad Horizontal, que es plenamente aplicable en Euskadi, facilita bastante este tipo de instalaciones. No necesitas el permiso de la comunidad para instalar un punto de carga en tu plaza de garaje, siempre que esté vinculada a tu vivienda. De hecho, basta con informar por escrito al presidente o al administrador de la comunidad para que estén al tanto. Eso sí, es importante que la instalación no afecte a elementos comunes ni interfiera con el uso de otras plazas.
¿Qué tipo de escrito puedes presentar? Algo como lo siguiente:
Asunto: Comunicación de instalación de punto de recarga para vehículo eléctrico
“Estimado/a [Presidente/Administrador]:
Por la presente, le informo que tengo previsto instalar un punto de recarga para vehículo eléctrico en mi plaza de garaje, vinculada a mi vivienda [número o referencia]. La instalación será realizada por un profesional autorizado y se conectará directamente al contador de mi vivienda, sin afectar a elementos comunes ni interferir con otras plazas.
Quedo a su disposición para cualquier aclaración que necesite.
Atentamente, [Tu nombre completo] [Fecha]”
Por otra parte, si el garaje está en un edificio que no sea el de tu vivienda, puede que se requiera algún trámite adicional, como una autorización expresa (por ejemplo, del propietario del garaje si eres el arrendatario o de la comunidad de propietarios de ese otro edificio). En cualquier caso, conviene revisar los estatutos de la comunidad donde tengas la plaza de garaje (por si existiese algún punto que se refiera a este tipo de instalaciones) y consultar con un profesional para asegurarse de que todo se hace conforme a la normativa.
Otro punto clave es cómo se va a gestionar el consumo eléctrico. Lo más habitual es conectar el punto de carga directamente al contador de tu vivienda, lo que permite que el gasto se refleje en tu factura, sin necesidad de acuerdos con la comunidad. En algunos casos, si esto no es posible por la distancia o porque el garaje no está en el mismo edificio donde resides y/o por cuestiones técnicas, se puede instalar un contador independiente, aunque esto requiere más trámites y suele ser menos práctico.
También hay que tener en cuenta que la instalación debe cumplir con el ‘Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión’, lo que implica que debe ser realizada por un instalador autorizado y que debe incluir protecciones específicas para evitar sobrecargas o cortocircuitos.
En cuanto a la instalación en sí, lo primero que hará el técnico será estudiar el recorrido que debe seguir el cableado desde el contador hasta tu plaza de garaje. En muchos casos, se utiliza una canalización aérea o adherida a la pared, siempre respetando las zonas comunes y evitando obstáculos. Lo más lógico y conveniente es que el punto de carga sea de tipo wallbox, que se fija a la pared y permite una carga más rápida y segura que un enchufe convencional.
Además, a la hora de elegir uno de estos dispositivos, no es mala idea decantarse por los modelos que incluyen funciones inteligentes, como programación horaria o control desde una aplicación móvil, lo que facilita aún más su uso. Una vez instalado, el técnico debe emitir un boletín eléctrico que certifique que todo está en regla, y en algunos casos puede ser necesario registrarlo en Industria. En el caso de Euskadi, el certificado debe registrarse de forma telemática en el Departamento de Industria del Gobierno Vasco, a través de su plataforma online.
Puedes encontrar más información en el siguiente enlace: Tramitación de instalaciones eléctricas de baja tensión. - Gobierno Vasco
Ventajas de tener un punto de carga en casa
Tener un punto de carga en casa ofrece muchas ventajas. La más evidente es la comodidad: puedes cargar tu coche por la noche, mientras duermes, y tenerlo listo cada mañana sin desplazarte a ningún sitio. Además, el coste de la electricidad doméstica suele ser mucho más bajo que el de las estaciones públicas, especialmente si aprovechas las tarifas valle o contratas una tarifa específica para vehículos eléctricos.
Y, si en el futuro decides cambiar de coche, el punto de carga seguirá siendo útil para el nuevo propietario (además de un interesante reclamo de venta), ya que la mayoría son compatibles con distintos modelos y marcas.
En definitiva, instalar un punto de carga en un garaje comunitario no solo es posible, sino que es una inversión inteligente (teniendo en cuenta el cargador y toda la instalación y mano de obra puede rondar entre los 1.200 y los 3.000 euros) que mejora tu calidad de vida y te permite aprovechar al máximo las ventajas de la movilidad eléctrica. Con un poco de planificación y siguiendo los pasos adecuados, puedes disfrutar de una solución cómoda, segura y eficiente sin complicaciones.
Recuerda, en cualquier caso, que este texto es informativo, sin carácter contractual y que cualquier edificio o comunidad puede regirse por sus propias normas que siempre deberás consultar.