Llega una nueva borrasca y con ella bajan las temperaturas otra vez e incluso vuelve la nieve. Aún quedan semanas de invierno, y en los meses de primavera también hay días (y noches) muy fríos, y es habitual que si tenemos el coche en la calle y nos montamos en él por la noche o por la mañana nos encontremos con que la temperatura en el interior es muy baja y que ni con el abrigo puesto entramos en calor. Lo habitual entonces es subir la calefacción o los grados del climatizador e incluso dirigir hacia nosotros chorros bien fuertes de aire caliente. Todo ello nos puede suponer un importante incremento en el consumo de gasolina, por lo que conviene explorar maneras de calentar el coche más baratas y eficientes.

Consejos para calentar mejor el coche

En este sentido, el Círculo Neutral in Motion, que está conformado por las principales asociaciones de automoción y vehículos de España -Aedive, AER, Anesdor, Anfac, Ascabus, Faconauto, Feneval, Ganvam y Sernauto-, propone diez consejos para maximizar la eficiencia de la calefacción de nuestro coche.

  • Temperatura gradual: encender la calefacción gradualmente propiciará que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento antes de aumentar la configuración de calor, lo que mejora la eficiencia del combustible y reduce el desgaste del motor.
  • Aislar el habitáculo: mantener el interior del vehículo bien aislado ayuda a conservar el calor generado por la propia calefacción, reduciendo la carga sobre el sistema y contribuyendo a un viaje más cómodo y seguro. Para ello, debemos cerrar todas las ventanillas y puertas posibles, así como el techo solar si lo tenemos.
  • Uso de difusores de aire: debemos mirar la apertura de los difusores de aire y dirigirlos adecuadamente hacia los ocupantes del vehículo para distribuir el calor de manera uniforme por todo el habitáculo.
  • Evitar el sobrecalentamiento: reducir el consumo de combustible y no ajustar la temperatura demasiado alta evita el sobrecalentamiento de nuestro motor y, por tanto, conlleva un ahorro económico.
  • Desempañar parabrisas y lunas: no debemos olvidar la función de desempañado de la calefacción para mantener una visión clara en todas las ventanas del vehículo.
  • Aprovechar el calor residual: apagar la calefacción minutos antes de llegar a nuestro destino nos facilita aprovechar el calor residual y reducir el consumo de combustible.
  • Uso de ropa adecuada: antes de echar mano de la calefacción del coche y hacer uso de ella de manera innecesaria es recomendable comprobar si para el viaje en cuestión estamos utilizando la ropa más adecuada acorde a la estación. No quitarnos el abrigo dentro del vehículo hará que necesitemos menos calor en el coche.
  • Ventilación periódica: hay que ventilar periódicamente el habitáculo para renovar el aire y evitar la acumulación de humedad.
  • Apagar la calefacción en paradas prolongadas: si a lo largo de nuestro viaje nos vemos obligados a alguna pausa, como es el caso de los atascos o retenciones, no está de más apagar la calefacción para ahorrar combustible durante esos minutos.
  • Mantenimiento previo: de cara al siguiente invierno resulta más que recomendable realizar un mantenimiento adecuado de nuestro sistema de calefacción previo a la llegada de la estación más fría con el fin de garantizar un funcionamiento óptimo y eficiente. Un mantenimiento que se resuma en la revisión al detalle de, entre otros, el sistema de climatización, el cambio de filtros de aire, la presión o el nivel de líquido refrigerante del vehículo.

Además, y aunque no es un elemento que dispongan la mayoría de los vehículos, quien tenga asientos calefactables debería usarlos porque suelen alcanzar la temperatura adecuada en pocos segundos y nos harán sentir calor mucho más rápidamente, lo que supone un ahorro de energía para los usuarios.