Marc Márquez (Gresini Racing) volvió a sonreír encima de una motocicleta en su estreno con Ducati, tras cuatro años seguidos en Honda en los que el de Cervera (Lleida) perdió el 'feeling' con la moto, lo que le llevó a caerse en repetidas ocasiones y a lesionarse múltiples partes del cuerpo, mientras intentaba reencontrarse con la victoria en MotoGP, un objetivo que sí había logrado en seis ocasiones entre 2013 y 2019.
A pesar de no marcar el mejor tiempo, el catalán fue el gran protagonista de la jornada en los entrenamientos de la categoría reina que ha albergado este martes el circuito Ricardo Tormo, en Cheste (Valencia, dos días después del Gran Premio de la Comunitat Valenciana que puso fin a la temporada 2023.
Era una decisión difícil la de Márquez, que desde que llegó a MotoGP pilotó para Honda, pero al menos la primera sensación es que el de Cervera disfrutó sobre una motocicleta como lo había hecho en tantas ocasiones entre 2010 y 2019, lo que le sirvió en su día para ganar un título de Moto3, otro de Moto2 y hasta seis campeonatos mundiales de MotoGP en apenas siete años.
Fractura de húmero en una caída, afectación en un ojo tras otra, lesiones en el metacarpiano de su mano derecha, en la costilla... Márquez se jugó el tipo durante estas últimas campañas con el objetivo de volver a ser el que siempre había sido.
Sin embargo, en su estreno con el equipo Gresini Racing a bordo de una Ducati, Márquez demostró que no había perdido la calidad exhibida en su última década y, de hecho, con un tiempo de un minuto, 29 segundos y 424 milésimas, el de Cervera dejó boquiabierto a más de uno en el paddock, pues suponía liderar la sesión en su debut.
El propio catalán sacó la mano del volante y se sacudió la mano en un claro gesto de satisfacción por el tiempo que acababa de realizar en su estreno en un equipo distinto.
De hecho, Alberto Puig, expiloto y jefe del equipo Repsol Honda, aseguró en los micrófonos de DAZN que se alegraba por ese rendimiento tan inmediato del catalán, al tiempo que indicó que estaba seguro de que pelearía "cien por cien" por el Mundial.
También comentó sobre la actuación del ilerdense el flamante campeón del mundo, el italiano Francesco 'Pecco' Bagnaia (Ducati), quien aseguró que había "apostado que Márquez iba a ser primero" y afirmó que el año que viene "irá rápido seguro".
Durante la mañana, Davide Tardozzi, jefe del equipo de Ducati, también había indicado que el rendimiento de la primera parte de los libres de Márquez había sido "impresionante" y que era más de lo que se podía imaginar, aunque todavía le faltaba observar la progresión del catalán en la segunda parte de los test, en los que Márquez rebajó su mejor tiempo.
Finalmente, el piloto ilerdense quedó cuarto, sólo por detrás del español Maverick Viñales (Aprilia Racing), del sudafricano Brad Binder (Red Bull) y del italiano Marco Bezzecchi (Mooney VR46 Racing Team), pero el gran protagonista del día fue el nuevo piloto de Gresini Racing, que dio 49 giros sobre el trazado valenciano, que dejó muy buenas sensaciones sobre el asfalto y que se fue de vacaciones con la sonrisa que tanto le caracterizó durante su época dorada a bordo de Honda.