Mucho se ha hablado de la proverbial capacidad de resistencia política de Pedro Sánchez, pero ojo con la de Emmanuel Macron, al que su último primer ministro le ha durado menos de un mes, su último gobierno no ha llegado a las 24 horas y ha encadenado cuatro primeros ministros en menos de dos años. Pulveriza el récord que se marcaron los británicos, con cuatro jefes de Gobierno –todos tories– en seis años. Macron, líder hiperpersonalista pero, a todas luces, sin partido que liderar y eso se revela como una debilidad y no menor, se ha perdido él solito en su propio laberinto. Macron tiró de manual tras las europeas de 2024 y, recurriendo al clásico patadón p’arriba, respondió al traumático triunfo de la ultraderecha de Le Pen convocando unas elecciones legislativas. “Nadie ganó”, aseguró Macron, pero solo la movilización en segunda vuelta en torno a una candidatura unitaria de izquierda evitó que la ultraderecha se hiciera con la victoria. Y Francia quedó con una Asamblea dividida en la que los escaños de Le Pen se han convertido en fiel de la balanza. Una crisis política bajo la amenaza de la ultraderecha y una crisis económico-financiera, porque la necesidad o no de recortes presupuestarios ante la situación de las cuentas públicas ha determinado la caída de los últimos gobiernos. Libération dedica el titular “Los incapaces” en portada a las imágenes de Macron, Lecornu y Retailleau. En el laberinto.