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Mesa de Redacción

Miren Ibáñez

Aranceles en griego

Oye, muy muy fan del despliegue de alfabeto griego que se ha marcado la Administración Trump para explicar cómo ha ¿calculado? su bombardeo por saturación de aranceles. Un pedazo fórmula con su épsilon, su fi, su alpha... y equis sub i de propina. Cuánta frivolidad por mi parte... Sí. Pero es que la gente que sabe del asunto ha tardado exactamente medio segundo en desmontar las presuntamente sesudas cuentas de la Casa Blanca. Mucho vestir la mona de seda y, al final, la andanada arancelaria es el resultado de dividir el déficit comercial con cada país por las importaciones, y dividirlo por dos. Pelín zafio pero un clásico, sin duda, lo de embarullar como estrategia de distracción y ocultación. Pero funciona, eso es cierto. Sin embargo, confieso cierta decepción con el acting del “día de la liberación”. Con semejante denominación –que remite más bien a la victoria aliada sobre los nazis en la II Guerra Mundial–, y teniendo en cuenta que días antes Kid Rock se marcó un cameo en el Despacho Oval vestido de rojo y lentejuelas, esperaba más. Y eso que el golpe de efecto de la intervención de un trabajador jubilado de la empresa automovilística de Detroit, ataviado con su chaleco amarillo, tuvo su punto. Trump no es tonto, no. Y después de la frivolidad, abrochémonos los cinturones.