Suelo ver las cosas en blanco y negro. Me parece que saca a relucir las texturas a mi alrededor y me ayuda a no distraerme. La foto de una cascada en color es muy bonita y es agradable ver la naturaleza en todo su esplendor, pero si uno se deshace de los colores puede observar todos los detalles de las rocas en las que cae la cascada. Puede observar lo intrincada que es la vegetación alrededor de esa fuente de vida. Puede observar más detalladamente cómo las incontables gotas de agua parecen extenderse conjuntamente, como si fueran una mano. Puede observar lo importante de la foto, que a menudo se esconde de nosotros tras una gran amalgama de colores. Por eso, cuando algunas personas hablan de ver los grises en una situación, me pregunto si lo que están intentando es que me cieguen los colores. En los deportes, en los congresos, en la calle, en las guerras, en las organizaciones y en la vida en general casi todos escogemos algún color que llevar siempre encima, pero una vez que se dejan de lado solo queda fijarse en quién mira a los demás con odio y quién con amor. Si alguien quiere fijarse en lo verdaderamente importante, lo que mucha gente trata de ocultar, quite todos los colores a su alrededor y pruebe a ver el mundo en blanco y negro.
