Este 8M me quedé satisfecho. Como community manager me ocupo de las redes sociales del periódico y, cuando vi que la campaña que había preparado específicamente para este pasado 8M salía como yo quería, sentí una profunda satisfacción. Ya no solo por hacer mi trabajo correctamente, sino porque me había salido bien algo que me importa. Me importa el feminismo porque me importa la igualdad entre hombres y mujeres. Mi lema personal es nadie es más que nadie y si puedo contribuir a que esa injusticia llamada machismo desaparezca entonces quiero hacerlo. Pero este domingo estaba revisando unos correos cuando, no sé por qué, me pregunté qué habría hecho si ese día no hubiera trabajado. Sé que mi papel tiene que ser discreto, pero no conozco a ninguna mujer o asociación en concreto a la que echar una mano... Y ahí es cuando me di cuenta de lo cómodo que es esto. Es muy cómodo preguntarse una vez al año qué hacer en el 8M, pero lo cierto es que este es su día y yo tengo todos los días del año para parar actitudes machistas. Si hay algún hombre que se encuentra con la misma pregunta que yo, entonces le animo a que cambie la pregunta. No pintas nada en el 8M, pero, ¿ya pintas algo el resto del año?