Ha rescatado el becario el Olentzero plastiquero que se suele poner en la barra de nuestro amado templo del cortado mañanero cuando llega la cosa navideña. No es que alguien se haya despistado con el calendario, es que los viejillos, ahora que ya se sabe cuándo será lo de las urnas, quieren escribir su carta de deseos a todos los políticos. Han pensado los abueletes venderse al mejor postor bajo la premisa de si queréis mi voto, aquí vais a empezar a sudarlo. Y en este listado se está poniendo negro sobre blanco mandanga de la buena. Por ejemplo, uno de los aitites ha propuesto que dejemos de ser los pacientes los que llamemos a Osakidetza para pedir cita. Quiere que sean los del estetoscopio los que nos llamen para ver cuándo les podemos atender nosotros, si es que nos apetece, claro. Otro veterano reclama un asistente personal para toda persona mayor y que sea él o ella quien se pelee con la tecnología y haga cola en el banco. Más problemas ha puesto nuestro querido escanciador de café y otras sustancias para dejar por escrito la petición de otro de los viejillos, porque quiere dar su voto al que prometa que todo ciudadano que esté en la Senda pueda, si la naturaleza así lo pide, entrar en Ajuria Enea a usar el baño. No es baladí, es que el otro día le pilló un apretón en pleno paseo al Santo y claro...