Hoy me siento bien. Mientras escribo estas líneas paladeo la noticia que publica DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en páginas interiores y que explica que la ciudad y su Ayuntamiento, por fin, van a ser proactivos a la hora de crujir a los guarros. Me refiero a aquellos que por a, por b o por z deciden dejar sus bolsas de basura repletas de desperdicios fuera de los contenedores o de las bocas del sistema de recogida neumática habilitados para tal fin. Será la Policía Local la que controle a aquellos que deciden saltarse las normas de un civismo mínimo para si, llega el caso, tirar de multa para corregir un mal comportamiento que se ha convertido en endémico en ciertas calles del Casco Viejo o del Ensanche de Gasteiz. Estas acostumbran a presentar montoneras de mierda apiladas junto a containers que, bien es cierto, en más ocasiones de las debidas, se llenan casi con la mirada. En cualquier caso, la Green Capital (Capital Verde) aún tiene muchos deberes por delante para mantener su apelativo, entre ellos, el de mejorar las cotas de reciclaje para acercarse a los niveles estipulados por la UE. Si la ciudad lo consigue, será una noticia de rango capital que alejará los fantasmas del chiste fácil que definía a Gasteiz como Brown Capital (Capital marrón).