Solo ha necesitado tres minutos y lo ha logrado. Lo ha reventado todo. La sesión musical de la estrella colombiana con el creador de éxitos argentino Bizarrap se ha vuelto tema de conversación mundial en pocas horas. No queda casi nadie que no haya opinado. Los rumores habían caldeado el ambiente desde hacía días, y Shakira no ha decepcionado. Lo que ha conseguido en una sola canción contra su ex es muy importante. Esta mañana son muchos los hombres que se han echado a temblar porque ven que les están moviendo el chiringuito machista en el que viven anclados. Otros, de repente, se han visto muy preocupados por la sororidad. Y como no (no esperaba menos), han reaccionado rápidamente en las redes: “Despechada, supéralo ya que tienes 50 años, vas camino del ridículo”, “señora resentida de 50 años que no piensa en sus hijos, vergüenza ajena”, o “lo que va a lograr es que ningún hombre se le acerque”. Las miles de críticas que le están lloviendo no hacen más que una cosa: empoderarla aún más. En vez de triste y derrotada, como esperaban muchos, ha aparecido claramente una mujer empoderada que ya no se aguanta. Y es que aunque nos siguen queriendo calladitas, “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.