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Mesa de redacción

Eneko Ugarte

Periodista y realizador. Desde 2009 haciendo un poco de todo en Diario Noticias de Álava.

Saluda, que es gratis

El saludo está en desuso. Cuanto más grande es el lugar en el que vivimos más impersonales son las relaciones y más fácil resulta caer en el ensimismamiento. Cada vez es más extraño oír a alguien dar los buenos días o despedirse al entrar o marchar de un comercio, de un bar o del portal de nuestra casa. Es muy probable que si un desconocido nos saluda por la calle pensemos que sufre algún trastorno o nos echemos la mano a la cartera. Pero aun hay espacios propicios para la salutación indiscriminada. Cotos de civismo en extinción. Pueblos y montañas son dos de ellos. Hay que ser muy estirado para no saludar al cruzarse con alguien por las callejas de un pueblito o andando por el monte. No hace falta explayarse con un “buenos días tenga usted”, basta con un “buenas”, un “aupa” o una de sus variantes cuasiguturales como “epa” o “eup”. El ámbito rural facilita la interrelación anónima. ¿Pero qué pasa cuando paseamos por los alrededores de la ciudad? ¿Llega hasta el anillo verde esa norma no escrita que impera en aldeas y senderos? Hay variedad de reacciones en la muga entre campo y ciudad. Yo por el momento no tengo pensado dejar de saludar mientras paseo o corro por las afueras de Gasteiz. Prefiero pasar por loco que por maleducado.