Creo que nos tomamos demasiado a chufla el asalto al Capitolio estadounidense aquel día de Reyes de 2021. Quizá en el futuro aquella turba desaforada y ultra tomando la sede de la soberanía popular en pleno proceso de transición de gobierno ejemplifique una especie de bisagra temporal en la que las conquistas sociales y el reconocimiento de derechos se sumergieron en otro periodo de oscuridad. Lo ocurrido en EEUU con la decisión de la Corte Suprema de derogar el derecho al aborto permitiendo a los estados vetarlo, apenas 24 horas después de revocar una ley que restringía el derecho a portar armas en el Estado de Nueva York, es prueba de ello. Ahora son las mujeres, veremos si esa Corte Suprema decide un día de estos que es tiempo de revisar otros derechos de otros colectivos, igual que está reescribiendo la separación Iglesia-Estado en favor de posturas ultrarreligiosas. Una congresista del Partido Republicano se ha permitido declarar que está “cansada de esta basura de la separación de Iglesia y Estado”. Congresista, cargo electo, por designio divino supongo. “Se supone que la Iglesia debe dirigir al Gobierno”, añadió directamente llegada desde la Alta Edad Media. La perversión de las ideas de libertad y democracia es, lamentablemente, uno de los grandes signos de nuestro tiempo y no es patrimonio exclusivo de EEUU. l