Síguenos en redes sociales:

Mesa de Redacción

Oscar San Martín

Todo por la pasta

Todo por la pasta

e de reconocer que soy bastante iluso. Pensaba hasta hace bien poco que el fútbol era un deporte sano donde no había espacio para chanchulleros ni comisionistas que, tal y como sucede en la política, se forran sin escrúpulos a base de bien. La pillada a Piqué y Rubiales ha sido antológica, de esas que obligarían al futbolista, empresario, propietario del Andorra y todo lo que ustedes quieran a dar por terminada su carrera antes de tiempo y al presidente a dimitir urgentemente. Que la Supercopa se juegue en Arabia ya olía a chamusquina desde hace tiempo. Los audios han desvelado que Gerard -sí, el mismo que tiene el dinero por castigo- fue el promotor de un acuerdo multimillonario entre la Federación Española y el Gobierno de un país acusado por diversos organismos de violaciones de los derechos humanos más fundamentales. La forma en que se ha repartido el dinero entre el Madrid, el Barça y el cortijo de Rubiales, y a los demás casi las migajas, resulta simplemente asquerosa. Ya no queda ninguna duda de que vivimos en un mundo repleto de aprovechateguis que se mueven como pez en el agua por aquellos lodazales donde corre el dinero fácil. Tan solo basta tener un buen contacto para lucrarse en esta vida. Algunos preferimos ser pobres pero, al menos, dignos y honrados.