En los momentos de calor, además de la hidratación bebiendo líquidos para no sufrir golpes de calor, también nos gusta que la sensación de frescor se alargue lo más posible. Por ello, los helados y los polos son un gran recurso que a lametones, a pequeños mordiscos o con un cucharilla vamos tomando, disfrutando a la vez de sabor y del frío que proporcionan.

Pero, ¿y nuestras mascotas? ¿pueden ellas también tomar helados?

La respuesta es sí. Perros y gatos también pueden calmar su sed y aliviar el calor con una dosis de helado. Pero ojo, no hay que darles del mismo que tomemos nosotros. El azúcar que a los humanos apenas nos afecta (salvo alguna enfermedad o problemas de línea), para nuestros amigos de cuatro patas suponen un autentico problema de salud.

El helado que toman los humanos no es ni adecuado ni conveniente para perros o gatos, demasiado azúcar. Pixabay

Un aspecto que hay que tener en cuanta es que, a diferencia de los gatos, los perros son muy golosos, por lo que cualquier cosa dulce también les atraerá, así hay que tener cuidado. En cambio, a los gatos les gusta más por lo fresco que por el sabor, por lo que a veces un simple cubito d ehielo en el bebedero les basta para pasar un rato lamiéndolo y entreteniéndose con él.

Ademas, muchos de ellos contienen cereales, que no les aporta casi nada y, su consistencia blandita, unida al entusiasmo del perro, se consume demasiado rápido, con lo que se pierde diversión, y tomarlo tan rápido puede sentarles mal.

Además, algo tan peculiar debe ser más un premio después de un rato de ejercicio o pata un rato de ocio, que parte de la comida diaria. Debe ser algo estimulante, que le interese y que a la par le beneficie.

Porque, sí, los helados pueden ser un capricho para humanos y animales, pero también aportan beneficios. Sirven para hidratar incluso a los más reacios a beber agua de normal. Un agradable sabor junto a la frescura que aportan tientan a todos. Y esta es la segunda ventaja, el alivio del calor, ya que gatos y perros disipan el calor más por la boca que por el resto del cuerpo.

También son nutritivos si sus ingredientes son naturales y adaptados a ellos. Por ello puede ser muy interesante que sean sus cuidadores quien los elaboren en casa en lugar de comprarlos en un tienda. Esto hace también sean económicos, con el beneficio que tiene para los bolsillos del humanos por un lado, y la posibilidad de que estos premios sean más frecuentes (pero sin abusar).

Hacerlos en casa

Si alguien se anima a prepararlos en casa, tiene que tener en cuenta el tamaño de nuestra mascota y no olvidar que es un premio. Por ello, el que tenga el tamaño de un cubito de hielo de cubitera doméstica es suficiente.

Los gatos prefieren frescura a sabor, pero deben ser caseros para que sean sanos. Freepik

La base del helado puede ser leche, yogur natural sin azúcar y sin edulcorante, kefir o un caldo de carne o de pollo. A ello se le añade algo que le dé sabor y que sea adecuado para el perro o para el gato. La fruta puede ser lo más adecuado, pero hay que tener muy en cuenta cuáles pueden tomar y cuáles no. También se puede incorporar algún pedacito de carne o de jamón.

Todo esto se puede pasar por la batidora para mezclarlo bien y hacer un zumo o una crema que sea fácil de poner en la cubitera para congelar. De esta manera se puede ir dando cubitos de helado pequeños como una refrescante recompensa.

La fruta adecuada pueden ser unas cuantas fresas, naranja sin cáscara ni pepitas y procurando que sea lo menos ácida posible, frambuesas, moras, melón y sandía sin pepitas, pera o manzana también despepitadas. Algunas de estas frutas se pueden congelar directamente en dados y servirlas tal cual. Eso sí, no más de dos cubitos.